Comenzamos la semana conociendo la experiencia de voluntariado internacional en Iquitos (Perú) y toda la trayectoria personal que llevó a nuestra compañera Mariu hasta allí; “de manera totalmente imperceptible y en mucho tiempo; de modo que un compromiso me llevaba a otro”.
Dedicamos el resto de la tarde del lunes a la evaluación de la peregrinación y de la semana en Griñón, centrada en las meditaciones para el tiempo de retiro. La valoración global de ambas actividades fue muy positiva y aprovechamos para agradecer todo el trabajo callado y minucioso de los responsables del CEL, José Ángel y Juan Antonio, junto al Hermano Joaquín Gasca, en la organización de la peregrinación.