Pastoral lasaliana
Educamos evangelizando y evangelizamos educando
Nuestra propuesta pastoral
En el ADN de nuestra identidad: La Salle fundamenta su acción educativa en la concepción cristiana de la persona y del mundo y participa de la misión evangelizadora de la Iglesia Católica. Asumimos el desafío constante de ofrecer un proyecto de evangelización donde el centro es la persona y el horizonte que lo orienta es Jesús y su Evangelio.
Principios de la pastoral lasaliana
El objeto de este proyecto es suscitar experiencias vitales de fe. No se trata simplemente de transmitir contenidos o valores, etc. Consiste, más bien, en proponer «experiencia de algo». El proyecto pastoral lasaliano es un proyecto articulado y multirreferencial de experiencias en núcleos de interés. Estas experiencias hacia y de la fe abarcan todas las dimensiones de la persona en ámbito comunitario y eclesial, ético y cultural.
El modelo pedagógico de evangelización clásico se basa en la transmisión de una serie de valores, conceptos y estilo de vida. Contamos para ello con unos agentes que lo han asumido en sus vidas y lo han transmitido a unos destinatarios que lo tienen que aceptar e integrar en las suyas. Sin negar ni invalidar lo realizado durante muchos años, hoy vemos necesario plantearlo de la siguiente manera: Partimos de que todas y cada una de las personas ya tienen dentro de sí el germen de la fe y, por lo tanto, nuestro modelo pedagógico debería definirse más por el contagio que por la transmisión. Entendemos por contagio la identificación que surge, tanto en el educador como en el educando, a partir de una relación interpersonal, de los valores, conceptos y estilo de vida que dan sentido a la existencia.
Entendemos nuestro proyecto pastoral lasaliano como un dinamismo en continuo diálogo con la cultura y la propia vida de las personas. Ponemos en el centro a la persona, más que a las estructuras. Además, tanto el joven como el adulto hoy necesitan de múltiples estructuras flexibles para poder desarrollarse y sentir así satisfechas algunas de sus necesidades, y esto sin olvidar la resistencia que manifiestan las personas a las estructuras demasiado rígidas, en las que tengan escaso margen para la participación. Por lo tanto, se hace necesaria otra perspectiva para mirar nuestras escuelas e idear en ellas un nuevo modelo pastoral. Es necesario diversificar nuestras ofertas y acciones educativas, pensando en los mecanismos por los que las personas podamos hacer un proceso vital y descubrir las interconexiones de sentido con las que maduremos y nos desarrollemos como personas y como creyentes.
Itinerarios para la pastoral lasaliana
En NCA, gracias al programa “Hara” y de otras actividades, trabajamos la dimensión trascendente de toda persona con la interioridad y la trascendencia con sesiones periódicas desde Infantil hasta los últimos cursos. Ponemos especial atención al trabajo corporal, la apertura a la trascendencia más allá de doctrinas y credos y a la integración emocional, pues creemos necesario dotar a los educadores y alumnado de las herramientas necesarias para manejar las emociones de manera adecuada. A través de distintas dinámicas en tutorías, en el tiempo de reflexión del día o en sesiones específicas se trabaja en todos los niveles este principio de interioridad.
Creemos que toda persona es imprescindible para construir un mundo mejor desde los valores del Evangelio. Cada uno, desde su vocación específica, está invitado a plantearse con seriedad el sentido de su existencia, no desde un “para qué”, sino desde un “para quién” y un “desde quién”. Partimos de una fe profunda: hemos sido llamados, personalmente, por Dios, a vivir su Buena Noticia en la familia lasaliana.
Ver el documento "Plan de Animación Vocacional"
Los educadores, como agentes evangelizadores, desean hacer el camino vital al lado de cada persona (niños, adolescentes, jóvenes o adultos) y su recorrido de grupo. Para ello, diseñan un itinerario existencial y experiencial que cuida las referencias vitales y sus momentos especiales, por medio de la formación (escuela, grupos de tiempo libre, grupos cristianos...), los encuentros (Convivencias, Pascuas...), procesos de voluntariado, etc. El acompañante está al lado posibilitando trayectorias vitales y, al mismo tiempo, se deja acompañar (los jóvenes evangelizan desde su propio mundo). El acompañante es a la vez referencia y testigo del camino. Es más, el mismo joven acompaña los procesos de crecimiento de sus iguales y de los más pequeños y se hace, de esta manera, protagonista de su propia trayectoria y «compañero en el camino de los demás. Son, por tanto, destinatarios de la pastoral y agentes de esta. Las diversas ofertas pastorales incentivan el sano protagonismo del joven, desde su planteamiento inicial, pasando por su ejecución y culminando en la evaluación. Este planteamiento pastoral es consciente del reto que supone la formación de los responsables del acompañamiento, sin la cual es imposible poder acompañar. Para ello, la formación será tanto interna, con un carácter y estilo propios, como compartida con otras instituciones.
El Proyecto de Misión de La Salle en el Distrito Arlep (2012) recuerda que “nos sentimos comprometidos a denunciar y dar respuesta a las situaciones de pobreza e injusticia tanto en nuestro entorno como en los países empobrecidos”. Hay diversos medios para canalizar esta inquietud, tanto en las ONGD lasalianas como en los colegios, las Instituciones Universitarias, las obras socioeducativas y diferentes planes formativos en torno a la educación en la “justicia, solidaridad e integridad de la creación, dentro y fuera del currículo educativo, que fomentan la acción social solidaria y el voluntariado”. Desde el origen de La Salle, la opción por la educación en la justicia se ha manifestado en la atención a los alumnos con más dificultades, respuestas educativas ante las situaciones de pobreza y la vulnerabilidad social, atención a la diversidad, aulas de integración, refuerzo y apoyo escolar, ayudas a familias con necesidades, promoción y defensa de los derechos de la infancia, educación para la igualdad y cuantas posibilidades creativas puedan tener cabida en el ámbito académico o extraescolar.
La vida y el compromiso de san Juan Bautista de La Salle y los primeros Hermanos, junto al testimonio sencillo e implicado de tantos lasalianos y lasalianas en nuestros más de 300 años de historia nos inspiran a continuar creativamente este camino. Profundizamos y damos a conocer sus vidas e itinerarios vitales como testigos de la fe.
Desde la época de san Juan Bautista de La Salle, la formación para la fe se ha interpretado como una respuesta práctica a la contemplación de situaciones de la vida real. No podemos ser cristianos si no estamos formados y si esa formación no se pone al servicio de los demás.
El Movimiento Juvenil Lasaliano (SalleJoven) tiene como objetivo despertar la conciencia del itinerario vocacional, personal y comunitario, de los y las adolescentes y jóvenes adultos involucrados en la Misión Educativa Lasaliana. Este movimiento nos compromete a nivel personal, profesional y espiritual a ir más allá de nuestras fronteras, para conseguir que nosotros, y aquellos a quienes acompañamos «tengan vida, y la tengan en abundancia» (Jn 10,10).
Ver el documento "Carta de identidad del Movimiento Juvenil Lasaliano"


