Se termina otra semana intensa y enriquecedora. Comenzábamos el lunes, tras recargar pilas el fin de semana, con la reunión comunitaria. En la primera parte de la reunión nos presentaron un par de experiencias de la semana. Por un lado, la ruta del fundador, peregrinación que todos esperamos con ganas por la significatividad de poder andar por lugares nucleares de la vida de la Salle, y que ya rondan en nuestra cabeza tras las sesiones de formación; Por otro, una pequeña introducción de Basida, una comunidad cristiana cuya misión es la acogida y atención a los olvidados de este mundo, comenzando por los enfermos del SIDA, pero hoy ya también otras realidades de marginación: presos, inmigrantes, drogadictos, etc.