Ya veinticinco años de vida de nuestro centro La Salle Managua vividos con intensidad, con mucha zozobra, problemas, pero sobre todo con ilusión y una idea fija en la cabeza que impulsa el corazón, el buscar respuesta a esta pregunta “¿qué podemos hacer para ayudar a estos jóvenes?”, esa ha sido desde aquellos primeros días de octubre de 1990 hasta el día de hoy, una constante.
La pregunta que nunca agota sus respuestas cuando se tienen los ojos abiertos y grande el corazón. Respuestas que desgraciadamente no están escritas en ninguna ley o decreto y más desgraciadamente no está en muchas de las cabezas, mentes y corazones de los que tienen el poder de hacer y deshacer, para quienes lo importante es cuadrar el círculo del dinero y no el ayudar a que algunos jóvenes para que puedan volver a mirar la vida con ojos de esperanza y calor de corazón, si es que alguna vez tuvieron esa oportunidad.