Es tiempo de volver a encontrarnos, tiempo de disfrutar de la alegría que nos regala de nuevo el mes de septiembre y que queremos vivir en cada aventura que está por llegar ahora que celebramos el estreno del curso 2024-2025. Es tiempo de sentirnos comprometidos con lo que hacemos y con lo que somos, desde la vocación a la que estamos llamados, y sintiéndonos orgullosos de ser parte de la gran familia lasaliana.

Cada tiempo nuevo nos brinda la oportunidad de renacer, de valorar lo que tenemos, de agradecer que seguimos dando pasos juntos y de que en ese “juntos” estamos todos: educadores entregados que dan lo mejor de sí mismos en un proyecto común; alumnado que nos ofrece las mejores razones para seguir trabajando por un mundo mejor; y familias, con las que nos sentimos corresponsables en la educación de los niños, niñas y jóvenes. Gracias, porque sin vosotros, Hermanos y seglares, el sueño de nuestro fundador, san Juan Bautista de La Salle, no sería hoy la realidad vivida en todas nuestras obras.

Queremos que este curso, que estrenamos con la mayor de las ilusiones, nos permita apreciar el valor del respeto a todo y todos, la importancia del cuidado de la casa común y de cada uno de sus moradores y el regalo del tiempo dedicado a lo que importa. Así, seguiremos buscando nuevos caminos para la construcción de una sociedad en la que igualdad, respeto, empatía, diversidad y fraternidad sean más que palabras.

Así que, ¡vamos a por la nueva aventura que viviremos los próximos meses! Somos conscientes de que será un tiempo apasionante, pero confiamos en que, a pesar de las dificultades, no hay meta que no podamos alcanzar juntos y por asociación.

¡Bienvenidos al nuevo curso!

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