La primera intervención corrió a cargo de Pedro Huerta, filósofo y Secretario General de la Red de Escuelas Católicas, quien hizo un recorrido por la historia de la filosofía para hacer una reflexión sobre el ser. Huerta subrayó que “necesitamos una educación que, más allá de lo efímero, se fundamente en el arraigo, en el arraigo en ese cambio continuo. Que se fundamente en la continuidad, en el espacio y en el tiempo, pero sobre todo en las personas”.

El filósofo puso en valor la necesidad de “saber quién soy, qué soy y para qué soy” como vía para “resistir las tentaciones de aquellos que quieren sacarme de mi presencia invitándome a escoger, no lo que yo soy, sino lo que ellos quieren que sea”.

La filosofía y la reflexión sobre el ser dieron paso a la inteligencia artificial y a los retos de la educación derivados del impacto social y profesional de esta tecnología. Idoia Salazar, cofundadora y presidenta del Observatorio del Impacto Social y Ético de la Inteligencia Artificial (OdiseIA) y miembro del equipo de expertos del Observatorio de Inteligencia Artificial del Parlamento Europeo, aseguró que “vivimos en un mundo que avanza de manera exponencialmente rápido”, ante lo que “es tremendamente importante que nos paremos a reflexionar sobre cuáles son realmente las ventajas de las tecnologías y cómo podemos afrontar los riesgos que nos vienen por delante”.

Salazar aseguró que “hay una necesidad muy importante de cambio educativo porque si no vamos a ser tremendamente manipulados”.  Para evitar eso, añadió, son necesarios “el espíritu crítico, la capacidad de análisis y la resolución de problemas.”

La siguiente ponencia ofreció las claves para vivir y entender un mundo global. Ángel Gómez de Agreda, coronel del Ejército del Aire y experto en geopolítica, defendió el valor de esta disciplina para descifrar un mundo cada vez más complejo. “Entender cualquier aspecto del mundo actual implica entender todos los demás campos relacionados. La geopolítica nos sirve para hacernos más resistentes a la desinformación”.

Tras el descanso, el congreso se reanudó con el testimonio de Nacho Dean, naturalista y divulgador, y la primera persona en haber dado la vuelta al mundo caminando y unir nadando los 5 continentes para la defensa del medio ambiente. Dean subrayó que la educación es una de las claves para caminar hacia un mundo mejor y más sostenible, y que “hasta que economía y ecología no se den la mano iremos por el camino equivocado”.

A continuación, se estableció una conexión con Seul, donde se encuentra la joven estudiante Marta Borrell, quien ha llevado hasta la ONU sus reivindicaciones sobre la educación tras grabar un documental en Mozambique. Marta Borrell mantuvo un diálogo con Jesús Villagra, educador de La Salle y coordinador de desarrollo de NCA en Infantil, en el que puso de manifiesto que “lo que más necesitamos las nuevas generaciones son oportunidades. Los alumnos tenemos que ser inevitablemente parte de la conversación”. “Si realmente quieres cambiar algo, si queremos avanzar, la única respuesta es la educación”.

Antes de cerrar la primera parte del congreso, llegó el momento de dar voz a las familias a través de las cifras. Josep Santos, director general de La Salle Campus Barcelona – Universitat Ramon Llull, presentó los resultados de una encuesta que se ha realizado a 3.000 familias sobre cómo ven la educación en la actualidad. Alguna de las conclusiones es que “existe incertidumbre sobre si la educación de hoy sirve para el mañana. Ante este reto, hay que innovar”. “Los educadores con una actitud responsable de innovación tenemos que levantar las defensas de la paz en la mente de nuestros alumnos”.

Tras dedicar la mañana a exponer y reflexionar sobre los retos a los que se enfrenta la educación en la sociedad actual, la segunda parte del congreso “Equis. Un interrogante sobre el ser, el contexto y la educación” se centró en desgranar las claves del Nuevo Contexto de Aprendizaje, la revolución pedagógica que ha puesto en marcha La Salle como respuesta a las demandas de la sociedad de hoy.

Profesionales de distintos ámbitos dialogaron en torno a los cinco principios pedagógicos que sustentan el NCA en una mesa redonda moderada por José María de Moya, periodista y director de Magisterio.

La psicóloga María Jesús Álava Reyes habló de la importancia de desarrollar una conducta y una actividad autorregulada, algo que en su opinión “debería formar parte del currículo” porque “la autorregulación va a permitir a los alumnos ser personas libres”.

Jorge Sierra, integrante del equipo distrital de La Salle, conferenciante TED y ex presidente de Wikimedia España, subrayó el gran valor de la interioridad, un principio “educable”. “Necesitamos equipar a nuestros chavales para lidiar con los límites de la vida” y para que “puedan ir más allá”. Señaló además que el silencio en una herramienta fundamental para que se produzca esta apertura a la trascendencia.

Por su parte, Juan Fernández-Aceytuno, ingeniero, empresario y fundador de Know Square, lamentó que “en el día a día no nos paramos a discernir cómo construimos nuestro pensamiento”, cuando “las preguntas importantes de tu vida las decide la estructura de tu pensamiento”. “Una sólida construcción del pensamiento nos permite crecer en paz e irradiarla”.

Sobre la dimensión social del aprendizaje, Paula Farias, médico, cooperante, expresidenta de Médicos sin Fronteras y escritora) subrayó que “somos seres sociales desde el principio de los tiempos”, por lo que hizo una llamada a recuperar ese “espíritu de manada”, esa capacidad de empatizar con los demás.

Por último, Marta Arce, deportista paralímpica de la modalidad de parajudo y conferenciante, explicó el modo en el que el movimiento le abrió la puerta “a tener experiencias positivas”, por lo que invitó a “seguir potenciando” todo lo relacionado con este aspecto, que en el NCA se enmarca dentro del principio “Mente, cuerpo y movimiento”.

Tras este coloquio, Javier del Valle, coordinador de desarrollo NCA en la ESO, fue el encargado de dar a conocer este nuevo modelo de escuela de La Salle. Del Valle explicó que para “diseñar un ambiente de aprendizaje que permita encender la luz que las personas llevamos dentro”, para hacer realidad ese “efecto luciérnaga”, la escuela ha de realizar un viaje “de los contenidos a los contextos”, y eso es lo que ha dado lugar al Nuevo Contexto de Aprendizaje de La Salle.

A continuación, el congreso vivió uno de sus momentos más especiales cuando se bajaron las luces y el educador de La Salle hizo un llamamiento al público a partir un tubo de luz que se repartió a cada uno de los asistentes para recrear ese “efecto luciérnaga” y mostrar que “si hoy queremos brillar como escuela necesitamos romper” con la mentalidad de otros tiempos.

Itziar Muniozguren, coordinadora del equipo de desarrollo del modelo NCA a nivel distrital, ofreció la mirada y la voz del educador en este proceso. Explicó que “juntos decidimos que cuando ya no teníamos nada más que cambiar, lo cambiamos todo”.

Subrayó en este sentido que “pasamos de la respuesta a la pregunta, de la enseñanza al aprendizaje, de la disciplina rígida al acompañamiento. De la repetición a la creación. De las paredes al espacio abierto. De las instituciones originales al presente”. “Nos emociona profundamente ser parte de una comunidad educativa que sueña junta”.

El congreso concluyó con agradecimientos y una actuación musical que puso en pie a todo el auditorio.