En Santiago de Cuba, rebelde ayer, hospitalaria hoy, heroica siempre (como reza la leyenda de esta ciudad oriental) comenzó mi última etapa de estos casi cinco meses de presencia en esta área geográfica de El Caribe. Luego seguiría mi andadura en las escuelas de verano organizadas por las archidiócesis de Santiago y Camagüey, segunda y tercera ciudad del país respectivamente.
He aquí algunas pinceladas de lo realizado y vivido.