José Manuel Merino, director del colegio La Salle Santander, ha sido el protagonista de una inolvidable experiencia de voluntariado internacional en la comunidad lasaliana de Molenbeek, en Bruselas, con la que compartió su día a día del 10 al 17 de febrero. Junto a él estuvieron otros cinco voluntarios franceses y, todos juntos, se encargaron de desarrollar las labores que la comunidad de acogida realiza en el barrio.

La comunidad, que está formada por los Hermanos Juan Pablo y Jesuraj, a la espera de un nuevo miembro que vendrá próximamente de Burkina Faso, fue inaugurada en el 2001, aunque ocupa los mismos locales que otra abierta por los Hermanos de las Escuelas Cristianas hace ya 129 años. En aquella época, y hasta hace unos 20 años, los Hermanos dirigían un colegio de formación profesional muy popular en el barrio de Molenbeek, situado al oeste de Bruselas.

Entre las acciones que han llevado a cabo dentro de esta experiencia se encuentran repartir los desayunos en el centro social de atención a personas sin techo o ayudar en las tareas administrativas que realizan las asistentes sociales que atienden a los usuarios del centro. Además, ayudaron a realizar los deberes a los niños del barrio, así como se implicaron en el reparto de café, té y bizcochos por la noche a las personas que pernoctan en las calles.

Según cuenta José Manuel: “La experiencia ha sido muy rica, muy fresca, muy lasaliana y muy cristiana. Daba gusto ver la sonrisa agradecida de tantas personas. Uno después de ver tantos problemas, relativiza con más facilidad los suyos, y se ríe de los pequeños problemas que a diario nos envuelven. Unas ‘vacaciones’ diferentes, pero que han valido la pena, inolvidables. Seguro que volveré”.