La Salle siempre se ha definido como una institución que pone su mirada más allá, en la profundidad del horizonte, para anticiparse a la respuesta educativa y social que los jóvenes necesitan. Son numerosas las comisiones, asambleas y delegaciones que trabajan y reflexionan conjuntamente para seguir ofreciendo propuestas que ayuden a crecer a los jóvenes del s. XXI. En esta ocasión, y después de la celebración de la IV Asamblea para la Misión Educativa Lasaliana, ha tenido lugar la celebración del II Foro de la AMEL de la zona noroeste.

Los asistentes, educadores de las diferentes obras educativas del sector, delegados de los equipos de animación de sector y autoridades directivas del Distrito Arlep, dieron comienzo a la jornada con un acto de inauguración coordinado por el Hermano Francisco Mateo (director de la red de la zona noroeste) y el Hermano José Román Pérez (visitador titular del Distrito Arlep); al mismo tiempo, se presentó al secretario del foro, el Hermano Javier Abad  (La Salle San Eutiquio) y a los escrutadores, la docente Cristina Illera (Nuestra Señora de Lourdes) y el Hermano Joel Figueiras (La Salle Barcelos).

La dinámica de trabajo alternó tiempos de trabajo y reflexión en grupo y presentación Y votación frente a la asamblea convocada. Algunos de los momentos centrales del foro fueron la evaluación de la IV MEL, la revisión de las propuestas llevadas a cabo en el sector en los últimos años, reunión de directivos y delegados de identidad y constitución del consejo MEL de la zona noroeste para los próximos cuatro años.

La mirada hacia el futuro se convirtió en un relato presente, y las líneas de reflexión común giraron en torno a los siguientes temas: el cuidado de las personas (formación y acompañamiento), la sostenibilidad de la misión educativa lasaliana (red de centros y organización), la presencia evangelizadora de La Salle en el mundo actual (grupos y comunidades cristianas), el compromiso con las realidades precarias (acción social y obras socioeducativas), la escuela como espacio de encuentro, participación y crecimiento de las familias (implicación de familias y red de antiguos alumnos) y la presencia de las comunidades en las obras educativas (dinamización de la misión educativa.

Una de las claves del éxito del foro fue la participación activa de todas las obras educativas, que aportaron su granito de arena para enriquecer las discusiones y llegar a conclusiones significativas desde la innovación y la fidelidad creativa. El futuro es siempre una incertidumbre, pero las raíces de La Salle siguen muy vivas en la educación de los más jóvenes.

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