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A lo largo de la última década, los viernes en el colegio La Salle San Ildefonso han experimentado una transformación significativa. En las dos horas finales de la jornada, los estudiantes de 1º de Bachillerato abandonan las limitaciones convencionales de las aulas para sumergirse en una experiencia educativa única, participando en diversos talleres adaptados a sus elecciones educativas de la etapa. 

Los entusiastas de las Ciencias van a los talleres eclécticos que abarcan las disciplinas de Matemáticas, Física, Química, Biología y Geología. Estos talleres no solo exploran aspectos que a veces quedan fuera de los currículos habituales, sino que también cultivan hábitos y destrezas laborales en entornos tan diversos como los laboratorios, enriqueciendo la formación académica de los estudiantes. 

Los apasionados del ámbito tecnológico aprovechan este tiempo para adentrarse en el fascinante proceso de diseño de piezas mecánicas. Estas creaciones toman forma a través de la fabricación con impresoras 3D, y en ocasiones, los estudiantes incluso programan el movimiento de estas piezas utilizando dispositivos como Arduino. Esta combinación de creatividad y tecnología no solo amplía la comprensión práctica, sino que también desarrolla habilidades técnicas fundamentales para el futuro de los estudiantes. 

Por último, aquellos que eligen el itinerario de Ciencias Sociales y Humanidades abordan de manera diferente los conceptos de economía e historia del arte. La metodología va más allá de las aulas tradicionales, acercando la teoría a la realidad mediante actividades como debates, scape rooms, resolución de problemas y visitas. El enfoque pedagógico se centra en un aprendizaje competencial y significativo, con la mira puesta en preparar a los estudiantes para sus futuros laborales de manera integral y efectiva.

En definitiva, los viernes se han convertido en una jornada enriquecedora y diversificada, donde la educación trasciende las fronteras del aula convencional.