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Imagen1La casualidad o la providencia han querido que el comienzo de la Obra Socioeducativa La Salle San José se produzca en el mismo año que el Papa Francisco ha proclamado el año de San José (inaugurado el pasado 8 de diciembre con motivo del 150 aniversario de la declaración del santo como patrono de la Iglesia Universal).

En la carta apostólica Patris corde (Con corazón de padre), Francisco escribe unas palabras que nos sirven de guía y de inspiración en el inicio de la andadura de esta obra socioeducativa. En ellas afirma: “Cada persona necesitada, cada pobre, cada persona que sufre, cada moribundo, cada extranjero, cada prisionero, cada enfermo son “el Niño” que José sigue custodiando. Por eso se invoca a San José como protector de los indigentes, los necesitados, los exiliados, los afligidos, los pobres, los moribundos. Y es por lo mismo que la Iglesia no puede dejar de amar a los más pequeños, porque Jesús ha puesto en ellos su preferencia, se identifica personalmente con ellos.”

Imagen3La obra socioeducativa está situada a la entrada del colegio Institución La Salle (en los antiguos pisos) y quiere ser un espacio donde muchos puedan recibir ayuda y donde muchos puedan encontrar un espacio para servir y darse a los más necesitados. Sin duda, va a ser una estructura que nos va a permitir abrirnos a las realidades del barrio y la ciudad y estar atentos a las mismas para comprometernos con ellas. En torno al servicio y la ayuda concreta a los más necesitados, queremos hacer crecer una comunidad cristiana lasaliana.

Actualmente estamos en la fase 1. En ella hemos iniciado:

Espacio Nidos: Abierto todos los días de la semana atendiendo a niños y niñas con dificultades. Este tiempo de distancia social está haciendo crecer mucho las desigualdades también en el ámbito educativo. Actualmente, estamos apoyando a 35 alumnos del colegio. Está coordinado por Carlos Manzano (antiguo alumno del colegio). Cuenta con 28 voluntarios entre Hermanos, profesores, antiguos alumnos, alumnos de Bachillerato y Ciclos o lasalianos de otros centros.

Nuestro deseo en cuanto podamos por la situación de la pandemia, es abrir este espacio a los alumnos del barrio de fuera del colegio que tienen necesidad de un espacio de ayuda y de protección. En estos meses estamos creando vínculos con las Cáritas parroquiales, los organismos oficiales de menores, y las asociaciones de los barrios y se detecta una gran necesidad en este sentido.

Este verano, haremos también unas colonias urbanas las dos primeras semanas de julio para atender a estos chicos y chicas en este tiempo.

Espacio servicio-voluntariado: Este espacio quiere potenciar en los jóvenes y adolescentes el deseo de comprometerse de forma concreta con los más necesitados de nuestra sociedad. Este año hemos consolidado el servicio a las personas sin hogar de nuestro barrio. Se hace miércoles y viernes y está generando un bonito movimiento solidario entre los alumnos mayores del colegio, antiguos alumnos y jóvenes de los grupos cristianos universitarios.

En años venideros este espacio crecerá en otros compromisos con los ancianos del barrio, residencias y también en el compromiso ecológico y con el medio ambiente. A parte de los servicios, cada mes hay un encuentro formativo sobre diversas realidades sociales a los que se invita a todos los voluntarios.

Atención a las familias en las necesidades básicas: La situación de la pandemia ha dejado a muchas familias en situaciones muy difíciles. Estamos ayudando en la distribución de alimentos y cobertura de necesidades básicas, así como en el acompañamiento en la búsqueda de empleo.

En las fases posteriores, en los próximos años comenzará el espacio para alfabetización y educación de adultos, así como la atención y acompañamiento a ancianos solos de nuestro entorno. Los alumnos de Gestión Administrativa van a desarrollar un proyecto de ABS dentro de la obra socioeducativa para ayudar en la búsqueda activa de empleo en colaboración con algunos profesores de ciclos.

También comenzará el Hogar San José, una casa de acogida temporal para migrantes y refugiados en situación de calle, en colaboración con la mesa de la hospitalidad de la archidiócesis de Madrid.

Recorremos con ilusión esta andadura, construyendo entre muchos un espacio de solidaridad en el barrio. Hacemos nuestra la llamada que el Papa Francisco a modelar la vida con el ejemplo del buen samaritano, tal y como afirma en la encíclica Fratelli Tutti: “Con sus gestos, el buen samaritano reflejó que la existencia de cada uno de nosotros está ligada a la de los demás: la vida no es tiempo que pasa, sino tiempo de encuentro”.

El próximo 19 de marzo (DM), haremos en un sencillo acto la inauguración oficial de esta obra.