El pasado 23 de noviembre de 2024, La Salle Manlleu acogió con entusiasmo y mucha ilusión el encuentro de Misión Compartida ÁGORA, un espacio dedicado a los educadores que comparten la misión educativa lasaliana. Bajo el lema “Caminamos, compartimos, crecemos”, la jornada reunió a 130 participantes en una experiencia transformadora centrada en el cuidado, la espiritualidad y la comunidad.

La jornada se inició con una dinámica introspectiva que invitaba a los participantes a preguntarse: “¿Cómo estoy hoy? ¿Cómo me siento?”. Mediante emoticonos, los asistentes plasmaron sus emociones en fotografías individuales o de grupo, reflexionando sobre la importancia de empezar cuidándose a uno mismo para poder dirigir la mirada hacia los demás con empatía.

El Hermano Paco Chiva, visitador auxiliar, fue el encargado de ofrecer la ponencia central, titulada “Cuidado y espiritualidad”. En su reflexión, basada en la encíclica Dilexit Nos (Nos amó), del Papa Francisco, destacó la necesidad de sentir desde el corazón y de escuchar las preguntas más profundas para generar una armonía interior y una unidad con los demás. Este mensaje resonó profundamente entre los participantes, ofreciendo una visión renovada de la espiritualidad como eje transversal en la educación.

Una de las actividades más innovadoras fue el Museo del Cuidado, al que los asistentes podían acceder a través de códigos QR. Esta propuesta interactiva permitió conocer experiencias personales vinculadas a la misión compartida, ofreciendo perspectivas diversas y enriquecedoras a través de dinámicas y testimonios virtuales.

La singularidad multicultural y multirreligiosa de La Salle Manlleu se puso de manifiesto a través de una exposición protagonizada por sus alumnos. Estudiantes de confesiones cristiana, evangélica, ortodoxa y musulmana compartieron elementos de sus tradiciones religiosas, ofreciendo un vivo ejemplo de diálogo y convivencia en la diversidad. Esta actividad fue uno de los puntos álgidos de la jornada, que puso de manifiesto cómo la diversidad puede convertirse en una fuente de riqueza y aprendizaje mutuo.

La jornada concluyó con una emotiva oración final titulada “Somos portadores de paz”, que integró textos sagrados de diferentes religiones. Este momento, cargado de espiritualidad y hermandad, simbolizó el compromiso compartido por la construcción de un mundo más justo y pacífico.

La excelente acogida por parte del profesorado, el equipo directivo y la comunidad de Hermanos fue muy valorada por todos los participantes. Como detalle final, la escuela obsequió a los asistentes con un llavero en forma de mano, símbolo de la mano de Manlleu, que representa solidaridad, trabajo y apertura a los demás.

ÁGORA 2024 fue un encuentro lleno de reflexión, comunidad y aprendizaje, que reforzó el compromiso compartido de educar desde el corazón.