Con el objetivo de facilitar la inserción laboral y mejorar la calidad de vida de la juventud, desde el año 2020 la obra socioeducativa de La Salle Fundación Comtal colabora activamente con el Programa Incorpora Joven de la Fundación "la Caixa". Esta iniciativa proporciona formación técnica, orientación laboral y apoyo en el desarrollo de competencias personales a jóvenes de entre 18 y 24 años, provenientes del sistema de protección de menores o en situación de alta vulnerabilidad.

El Programa Incorpora Joven tiene como misión impulsar la integración sociolaboral de jóvenes en riesgo de exclusión, ofreciéndoles las herramientas necesarias para superar los obstáculos que a menudo les impiden acceder al mercado laboral. De esta manera, se trabaja para promover la igualdad de oportunidades y la inclusión social.

El impacto del programa en la Fundación Comtal este año ha sido muy positivo. Gracias a él, se ha ofrecido acompañamiento integral a más de 65 jóvenes en riesgo de exclusión social, proporcionando orientación laboral, formación en competencias profesionales e intermediación con empresas. Gracias a la colaboración de la red empresarial del programa, se han logrado 33 inserciones laborales y se han creado 45 ofertas de intermediación laboral.

Programas como Incorpora Joven, y entidades como la Fundación Comtal, son clave en la lucha contra la pobreza y la exclusión social juvenil, ofreciendo a jóvenes como Ousman una oportunidad real de construir un futuro digno y estable.

Ousman es un joven de 18 años originario de Gambia. Después de un difícil viaje hasta las Islas Canarias y estancias en varios centros de menores, llegó a un centro en Mataró, donde comenzó a estudiar un CFGM en Electricidad, su pasión. Al cumplir 18 años, se encontraba en una situación de extrema vulnerabilidad, viviendo durante unos días en la calle.

Gracias al acompañamiento del Programa Incorpora Joven y al apoyo de su técnico referente, Álex, Ousman pudo alquilar una habitación e iniciar su proceso hacia la inserción laboral. A lo largo del programa, desarrolló habilidades personales y profesionales fundamentales, como la gestión emocional y la resolución de conflictos. Su constancia y energía fueron clave para su éxito.

Ousman consiguió un empleo como técnico de mantenimiento en un gimnasio del barrio de Sants y, además, accedió a una habitación en uno de los pisos promovidos para la autonomía de la Fundación Comtal. Su vida dio un giro de 180 grados: encontró un techo, un trabajo y una nueva esperanza de futuro. Actualmente, está a punto de completar su CFGM y sueña con crear una empresa de mantenimiento en Gambia.