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WhatsApp Image 2022 10 29 at 10.23.21El pasado sábado 29 de octubre La Salle Bonavova acogió a 37 personas entre asociados y Hermanos, con el fin de compartir una mañana de formación y reflexión acerca del actual Sínodo de los Obispos y su relación con la Familia Lasaliana. La sesión estuvo conducida y animada por el Hermano Rafa Matas, excelente comunicador que conoce el tema de forma muy cercana desde su experiencia en Roma durante los años que ha pertenecido al Consejo General.

Hablar hoy de sinodalidad es referirse a transitar caminos de Iglesia formando parte del Pueblo de Dios, y situarse en actitud de salida teniendo en perspectiva las palabras del Evangelio. Y este objetivo, aunque desde la Salle no siempre ha sido fácil, no puede estar más en sintonía con el deseo del Fundador. Seguramente, las dos preguntas que debemos formularnos son: ¿Con quién hacemos camino? y ¿Cómo hacemos ese camino? El Sínodo, entendido como un estilo de vida y como una forma de actuar (no sólo de reunirse) dinamiza este caminar juntos desde tres ejes: comunión-participación-misión. Sólo desde esta perspectiva será posible superar algunos paradigmas ya caducos y avanzar resueltamente hacia una eclesiología de comunión, tal como la formulaba el concilio Vaticano II.

WhatsApp Image 2022 10 29 at 10.23.05No ha de resultar difícil, como se decía, aterrizar todo esto en el ámbito lasaliano, porque los inicios de su historia se sustentaron precisamente en la vida compartida y en una constante asamblea de discernimiento; todo ello en una época en la que no se hablaba de sinodalidad… Hoy en día, pensar todo esto en clave lasaliana debe impulsarnos más que nunca a compartir nuestra espiritualidad, a seguir promoviendo las comunidades lasalianas, a dejarnos iluminar/sorprender por la Palabra de Dios, a abrirnos más a nuestro entorno eclesial e intercongregacional y -acaso esto sea lo primero- a vivir con paz y serenidad nuestras identidades en el momento histórico que nos ha tocado vivir: aunque en muchos momentos no nos lo parezca, en la vida cristiana y en la vida consagrada siempre hay lugar para la esperanza.