El sábado 31 de agosto, en San Asensio, se reunieron los Hermanos directores de las Comunidades lasalianas de las Zonas lasalianas La Rioja/Zaragoza, Gipuzkoa y Bizkaia, junto con el Hermano Juan Carlos Orús, Visitador Auxiliar del Distrito Arlep (La Salle en España y Portugal). Se incorporaron como “nuevos” directores los Hermanos Juan Manuel Martínez Rosell (Alfaro), Pedro Alonso Madurga (Salduba) y Mikel Balerdi (Beasain). Participó también el Hermano Luis Peña, responsable de los temas administrativos en dichas zonas.

Tras una oración compartida, en torno al lema del Distrito para este curso (“Tiempo de cuidar. Tiempo de crear”), haciendo presentes en la misma de modo especial a todos y cada uno de los integrantes de las quince comunidades, hubo un amplio tiempo para compartir, en pequeños grupos y en gran grupo: características que definen nuestras comunidades; aportaciones que podemos hacer como comunidades a la zona y a las obras, desde nuestra realidad; y aspectos que debemos cuidar especialmente en nuestra vida comunitaria el próximo curso.

 A continuación, el Hermano Juan Carlos presentó algunos desafíos y sugerencias concretas para el nuevo curso, haciendo hincapié en la incorporación a los proyectos comunitarios y de zona de algunas propuestas aprobadas en el III Capítulo de Distrito, en la VII Asamblea Distrital de Asociados y en la IV AMEL distrital, aludiendo también al proyecto Levadura y a la Reflexión Lasaliana nº 10.

Finalmente, el Hermano José Ángel Múgica presentó el valioso recurso recién salido del horno “Semanalmente con La Salle – Astean behin La Sallerekin”, que será de gran utilidad para los lasalianos y sus comunidades educativas. Luego, por parte del Hermano Luis Peña, se recibieron diferentes informaciones sobre temas administrativos, la elaboración de los presupuestos comunitarios y otros temas de gestión comunitaria.

A la tarde hubo un tiempo para que los Hermanos directores de cada zona se reunieran con su Animador Zonal respectivo, cara a ultimar los proyectos y calendarios comunes, y perfilar algunas actividades para el nuevo curso. Culminó la jornada con una cena compartida en el “txoko”.

El deseo compartido por todos fue que, gracias al compromiso de los Hermanos directores y al de todos los miembros de las comunidades, así como a la presencia de Jesús en medio de ellas, se viva este curso como un tiempo de gracia para profundizar en los cuidados y en la creatividad, al servicio de la misión.