El pasado jueves 6 de abril, San Asensio acogió a los participantes de la Pascua 2023. El camino de la Pascua se había iniciado bastante antes, pero ese día fue el momento del encuentro, de los saludos, de los abrazos y de instalarse en la casa. 

Un total de 106 personas procedentes de Rennes, Plasencia, Alcobendas, Guadalix, San Sebastián de los Reyes, Valladolid, Zaragoza, Bilbao, Beasain, Andoain, Donostia e Irún,de los que 64 eran adultos y 40 menores, la más pequeña con diez meses, acompañada de alguno más.  

Las celebraciones fueron el eje de la Pascua y estuvieron muy bien preparadas por los representantes de Bilbao (jueves), Alcobendas (viernes) y por todos, la Vigilia. Sin duda, momentos de oración que fueron muy significativos y se notaban preparados con mimo. Lo cierto es que, gracias a la participación e ilusión de todos los participantes, todo lo preparado llegó a buen puerto con muy buena travesía.

Se mantuvieron dos ritmos: uno para adultos y otro para los más jóvenes. Sin embargo, hubo bastantes momentos en que la participación fue conjunta, como la presentación de la Pascua, preparada por Gipuzkoa, las celebraciones...

A destacar algunos nombres: Maite Sainz y su labor con las manualidades de los niños; el grupo de jóvenes que organizaron momentos de juegos e hicieron que el grupo de niños funcionara muy bien liderado por Majo, Aitana y Luis, aunque este año unas cuantas personas se sumaron y colaboraron significativamente: Manuel, Raúl, Pablo, Jon e Izaro.

Este año también presidió las celebraciones Juanma Zarranz, salesiano de Urnieta, que lleva varios años acompañando la Pascua en San Asensio. Por otra parte, Manuel Galaviz y su familia hicieron posible una fiesta final extraordinaria... ¡hasta en Miami tuvo eco!

Destacar el nivel de vivencia en todos los momentos de la Pascua, aunque solo se hayan citado algunos, pero desde los más sencillos de recoger y poner el comedor, la salida al castillo, el momento de interioridad... los participantes los hicieron suyos y les dieron el calor y el color que desearon.

Aquellos que participaron se llevaron de esta Pascua el poder vivir la fe en comunidad, el sentirse uno viniendo de lugares tan diferentes, el ser Iglesia y vivir el lema de La Salle de este año en profundidad: Juntos mejor.