El pasado día 10 de abril un acontecimiento importante vino a alegrar la vida del Distrito. El Hno. León Manchola (La Salle Enea-Irún), cumplió 100 años. Un momento bonito para disfrutar con el cumpleaños de un Hermano centenario, lleno de vitalidad y con ganas de seguir sirviendo al Señor desde su avanzada edad.

Lo que prometía ser un día feliz, se vio truncado por la inoportuna lesión (rotura de cadera) el día anterior en los locales de su comunidad, que hizo que se le trasladara pronto al hospital para una operación que los médicos programaron para el día siguiente (día de su cumpleaños).

Así que una fiesta que se enturbió un poco porque nos tuvimos que conformar con su recuerdo en la Eucaristía programada en La Salle Enea, donde su memoria estaba muy presente, la petición al buen Dios para que todo saliera bien en la operación (como así fue) y las ganas de verle de nuevo en su comunidad plenamente restablecido jalonaron una mañana de celebración que él quiso que siguiera, aunque no acompañara su presencia.

Celebrar 100 años es una ocasión única para darle gracias a Dios por la vida y para recordar las muchas anécdotas, servicios, destinos y todo aquello que compone una vida granada, vivida desde el servicio y el ánimo constante y con el deseo de seguir al Señor que le llamó.

Momentos antes de su operación seguía con el ánimo entero, recordando cosas de su pasado vivido (con una mezcla de detalles que impresionaban a los que escuchábamos) y pensando que todo iba a salir bien.

Ahora quedan unos pocos días de recuperación en el hospital y la vuelta a su comunidad, con sus Hermanos, donde seguro que seguirá dando gracias a Dios por la vida y por esta primera visita a los quirófanos en su ya dilatada vida.

Pero por haber mantenido fuertemente en las manos la antorcha de una vida religiosa dinámica y atrayente, irla acomodando al paso de los días y los años, descubriendo lo nuevo que llega sin haberlo, muchas veces, previsto… ¡Gracias Hermano!, porque al ir por delante de nosotros, no sólo en edad sino en espíritu y en empuje, nos indicas que vivir la vida como Hermano de La Salle sigue mereciendo, y mucho, la pena.

Por eso ahora, en un brindis de amistad y de cariño, alzamos como Distrito una copa por el Hno. León, porque el buen Dios ha sido generoso con él a lo largo de la vida. Y que, en este brindis, vayan incluidos sus seres queridos, familiares más cercanos, recuerdos de Hermanos y alumnos/as, así como de esas personas que siguen haciendo historia con él en algún remanso de su corazón.

Desde estas letras, deseamos al Hno. León una pronta recuperación y nos alegramos por su cumpleaños deseando pronto verle de nuevo “correteando” entre los pasillos de su comunidad en La Salle Enea.

¡Feliz cumpleaños!,
Zorionak zure urtebetetze egunean!
¡Felicidades centenarias, Hermano León!

Hno. Jesús Miguel Zamora