La semana comienza como todos los lunes, con la alegría del reencuentro y el compartir nuestras vivencias del fin de semana.

Por la tarde iniciamos el que será nuestro último módulo de formación: “Juntos y por asociación al servicio de la MEL” impartido por el Hermano Antonio Botana, experto en asociación, implicado en la pastoral gran parte de su vida, iniciador de los CELAS, secretario de formación en Roma, y desde 2010 a 2017 delegado de formación y asociación en el Equipo de Animación del Distrito. Actualmente está desempañando su labor en la Comunidad Pastoral de Santiago de Compostela.

El día, 6 de diciembre, fiesta de La Constitución, los Hermanos Escolásticos y sus acompañantes nos citamos en los aledaños del Teatro Lara de Madrid. Allí gozamos del musical “La llamada”, que habla de la alegría de encontrar, aunque sea por un momento, nuestro lugar en el mundo. Fue un precioso y divertido pretexto para comenzar el encuentro de los Hermanos que en estos tres últimos años han realizado su compromiso como Hermanos de La Salle, al finalizar su noviciado en el Distrito.

El día 5 de diciembre, Día Internacional del Voluntariado, es la fecha adecuada para recordar que en La Salle hay muchas personas que comprometen parte de su tiempo en proyectos solidarios en favor de personas desfavorecidas.

Los centros educativos La Salle tienen programas específicos para promover la formación y la actividad voluntaria del alumnado dentro y fuera de los colegios. Las obras socioeducativas también promueven actividades de voluntariado en el entorno desfavorecido en el que actúan. Las ONG lasalianas de desarrollo, por su parte, promueven acciones de voluntariado tanto en sus delegaciones locales como el voluntariado internacional en países empobrecidos.

¡Ya nos acercamos a la recta final de esta gran aventura que es el CEL! No cabe duda que el tiempo vuela. El lunes, 27 de noviembre por la tarde el Hno. José Antonio Soto y Guillermo Pérez, compartieron con la comunidad el trabajo que realizan en el centro de protección de menores en Loja (Granada), y en el proyecto Obert en Paterna (Valencia), respectivamente. Ambos explicaron más a fondo cómo se hace presente el carisma lasaliano en las obras socioeducativas donde trabajan. El objetivo principal es atender a jóvenes en situación de riesgo y que han vivido mayormente abuso físico, psicológico y/o sexual. Se busca brindarles además de techo y comida, un acompañamiento psicológico, en un ambiente sano que busca asemejarse a un hogar. La colaboración en el equipo de trabajo es clave para el éxito de la misión, ya que los niños y jóvenes que reciben en estas obras, llevan una historia muy dura de sufrimiento a sus espaldas.

La 10ª promoción del CELAS de Educadores no docentes ha tenido su primer encuentro en el centro La Salle Arlep de Madrid. Está formado por 20 personas que desarrollan su misión en diferentes ámbitos como pueden ser secretaría, administración, cocina, limpieza, enfermería, voluntariado, sallenet... Todos ellos desarrollan, fuera del aula, una labor educativa imprescindible y muy importante dentro de nuestra red de obras.

Tras la cena del viernes, uno de diciembre, unas dinámicas ayudaron a irse conociendo y reconociendo. En la jornada del sábado, el Hno. José Ángel Arrizabalaga les invitó a conocer y descubrir “La Red de Obras Educativas Lasalianas y el Instituto de los HHEECC”. Fue un trabajo en grupo y de búsqueda que les permitió darse cuenta de la grandeza de la La Salle.

Como comentábamos en la crónica de la semana pasada, continuamos inmersos con este módulo en el segundo núcleo temático del CEL: “Claves de la Escuela Lasaliana hoy”. Así pues, podríamos decir que vamos “aterrizando” en este viaje en el que nos hemos ido trasladando desde el pasado hasta el presente.

Queremos compartir con todos vosotros una de las experiencias que estamos pudiendo disfrutar, por grupos, los CEListas. Se trata de la asistencia los lunes a la celebración de la Santa Misa en Torre Espacio, en el Distrito financiero de Madrid, de la mano del H. Juan Antonio Rivera. Esta misa se celebra en una preciosa capilla del piso 33 de la mencionada torre para la que se debe pedir autorización con antelación. Aparte del privilegio que supone oír misa en un espacio tan especial, qué decir de las vistas… ¡realmente impresionantes! A la finalización de la misa hemos podido disfrutar de un delicioso desayuno de chocolate con churros… ¿se puede pedir más?