El primer fin de semana de junio concluyó la formación CELAS con la promoción 11 de los educadores no docentes. Una promoción, que debería haber iniciado su andadura en diciembre de 2020, la comenzó en diciembre de 2021, fecha cercana a la Navidad y en una situación que requería mascarillas, distancias y ventanas abiertas. El siguiente encuentro se celebró en febrero, cuando las dificultades que marcaba la pandemía no difería mucho de la vivida en diciembre. 

En este tercer trimestre se tuvieron los dos encuentros restantes. La Salle Siquén de Griñón acogió a los participantes en el tercer encuentro, que trataba sobre misión compartida y asociación. El último encuentro fue el 4 y 5 de junio, y trató sobre la identidad de la escuela lasaliana y su preferencia por los más pobres. En esta ocasión, además de las sesiones formativas y la convivencia que tanto enriquece y les hace sentirse parte de la Red de Obras del Distrito, los miembros de la promoción visitaron la obra socioeducativa de San José y profundizaron en Proyde de la mano de dos de las participantes en el grupo. Como despedida de la formación se organizó una cena especial en los jardines de la Casa La Salle de Aravaca.

El domingo, para cerrar esta etapa del camino, se realizó una oración de envío que les recordaba la necesidad de ser sal y poder dar sabor a la vida y, también, ser luz, para llevar a Dios en sus diferentes lugares de destino y en su encuentro con los demás.