Entre los días 6 y 11 de octubre de 2019 tuvo lugar en la Casa Generalicia de La Salle, en Roma, el séptimo curso de formación de directores de la RELEM (Región Lasaliana de Europa y el Mediteráneo).

Han sido más de cincuenta directivos de numerosos países (España, Francia, Bélgica, Suiza, Irlanda, Austria, Grecia, Malta, Líbano, Palestina, Egipto,..) los que, de forma activa, participaron en este encuentro. Este foro ha permitido tomar conciencia de la realidad de la RELEM, profundizando en el conocimiento de la misma y de ASSEDIL (Asociación de Directores de Instituciones Educativas Lasalianas).

Ha sido grato constatar que, a pesar de las diferencias culturales, la idiosincrasia propia de cada Distrito e incluso las distintas sensibilidades religiosas, la Misión lasaliana es el verdadero nexo de unión y eje vertebrador que nos une a todos en un proyecto común.

Volver  a los orígenes y beber de los escritos del Fundador, ha servido para recordar,  con un discurso sumamente actualizado, que 300 años después, el educador lasaliano es y debe ser un instrumento para la transmisión del Evangelio y el conocimiento de la figura de Jesús de Nazaret. 

Está claro que la realidad de Europa ha cambiado y camina inexorablemente hacia un proceso de descristianización. Como líderes educativos cristianos, debemos dar respuesta a este desafío siendo fieles a nuestra Misión: una misión humana y cristiana. Por lo tanto, ¿tiene sentido hablar de un colegio La Salle que no trabaje de forma prioritaria la “justicia social”?, ¿cómo interpretamos y desarrollamos la “pedagogía de la fraternidad” en nuestros centros? Estas y otras cuestiones de profundo calado fueron objeto de reflexión y fueron puestas en común durante estos días.

A lo largo del curso, hemos tenido la oportunidad de enriquecernos con el conocimiento de experiencias y realidades de las distintas obras educativas de la RELEM (escuelas multiculturales y con distintos credos religiosos, escuelas con comunidades mixtas de seglares y Hermanos y escuelas donde son únicamente los seglares los que mantienen vivo el legado de La Salle).  En este último caso, la realidad nos muestra, con cierta tristeza, que allá donde ya no hay presencia de Hermanos, el legado lasaliano se va diluyendo lentamente hasta prácticamente desaparecer. 

Especial atención es la que el Instituto reconoce a sus obras socioeducativas y proyectos de voluntariado internacional. Se nos han presentado varias experiencias donde los alumnos son protagonistas de las acciones de impacto social, lo cual les ha supuesto un enorme enriquecimiento personal y en su proceso de maduración en la fe. Pero queda mucho trabajo por hacer en pro de los más desfavorecidos y esto es claramente percibido en la RELEM y en el Instituto. La opinión general de los asistentes es que tenemos por delante el gran reto de sensibilizar y tocar los corazones de nuestros alumnos y sus familias. Y esta sensibilización debe estar insertada en nuestros programas escolares.

No cabe duda que uno de los momentos fuertes de este curso ha sido la presentación de los Nuevos Contextos de Aprendizaje (NCA), que se están implementando en el Distrito Arlep.  Nuestra compañera, Itziar Muniozguren, ha sabido ilustrar y transmitir a todos los asistentes, la magnitud y relevancia del proceso de cambio en el que nos encontramos inmersos; un cambio ilusionante y que viene a dar respuesta a las necesidades de nuestros alumnos pero desde el contexto en el que les ha tocado vivir.

Este curso de ASSDIL nos ha dejado un mensaje claro de ánimo, esperanza en lo que hacemos y de reforzamiento de nuestra identidad lasaliana. Juntos en la Misión. Un curso que ha tenido su broche final en la cena de convivencia que la comunidad de hermanos de la Casa Generalicia, encabezada por nuestro Superior General, el Hermano Robert Schieler, ha ofrecido a los asistentes de los diferentes distritos de la RELEM.