¡Ya estamos aquí de nuevo! Nuestra segunda semana: ¡esta vez seguro que dormimos mejor! Ya conocemos la casa, la misma habitación nos espera, todo preparado para resolver nuestras necesidades… y lo mejor de todo: nos hemos empezado a conocer, a compartir, y ha sido una experiencia estupenda, magnífica incluso. Hemos descubierto todo lo que nos une, nos identifica, nos “teje”, formando un equipo que tiene tantas ganas, que incluso prolongar los tiempos estirándolos hasta la hora de cenar no cambia el gesto, la sonrisa, la atención.

¿Qué más se puede pedir?

Pues avanzamos en nuestro recorrido. Y para enganchar bien hemos recordado lo que trabajamos la semana anterior con la ayuda de unos cuantos huevos (sí, sí, huevos) con un nombre sugerente: “Egg Dash Challenge”. Hemos empezado jugando. Como todo buen juego, nos ha ayudado a seguir aprendiendo, ponernos en sintonía, activar nuestro cuerpo-mente-movimiento. Principios, ámbitos, Programas La Salle, Legislación, Pastoral...

Manteniendo esa actitud, nos hemos metido en harina hablando de algo que está en boca de todo educador-a que se precie: ¡PROYECTOS! Cuántas posibilidades de integrar, de crear, de practicar nuestro lema de este curso. Reunidos por equipos de etapa y utilizando un Paisaje de Aprendizaje hemos profundizado en su significado, funcionalidad, tipos, elementos o fases esenciales, “creando” al final un bosquejo de Proyecto. Uno de ellos, muy sugerente ha sido: ¿Cómo sería el mundo si no hubiera existido la II Guerra Mundial?