La 27ª promoción del CELAS de educadores ha puesto el broche final a esta formación tras dos años con la semana de Santiago. El domingo 30 de junio nos íbamos juntando para la cena los que íbamos llegando desde los diferentes lugares del Distrito. Algunos llegaron de madrugada, pues es un día complicado de vuelos y retrasos, por el inicio de las vacaciones. El lunes comenzaba la formación de la semana. Con nosotros han estado los Hermanos Josean Villalabeitia y Antonio Botana. También hemos contado con los testimonios de Suso y Mara, un matrimonio que son profesores y pertenecen a la Comunidad Parmenia del colegio de Santiago. Los temas abordados han sido: las meditaciones para el tiempo de retiro, la guía de las escuelas, la identidad lasaliana, juntos y por asociación y la formación como camino para crecer.

Cada día se ha iniciado con la oración de la mañana. El viernes 5 de julio acabamos con la Eucaristía de envío, la entrega de certificados y la cena de despedida. 

Acabamosesta crónica compartiendo el mensaje, leído en la celebración final, por un representante de la promoción.

Queridos compañeros:

Hoy terminamos nuestro periodo de formación en el CELAS.

Han sido dos años estupendos. Hemos podido conocer a otros compañeros lasalianos y compartir vivencias y experiencias que seguro, recordaremos toda nuestra vida.

Agradecemos a nuestras comunidades educativas por habernos propuesto o aceptado nuestra petición de hacer el CELAS. Agradecemos también a nuestros compañeros por sus sustituciones en nuestra ausencia. Agradecemos a la Institución por ofertar y potenciar este tipo de cursos de formación lasaliana. Agradecemos a cocineros, camareras y otras personas por haber estado pendientes de nosotros. Damos las gracias también a ponentes, formadores y en especial al equipo del CELAS por su trabajo, enseñanzas y cercanía en todo momento. Y, por último, esto no habría sido posible sin el apoyo de nuestras familias, quienes, durante nuestros encuentros, han tenido que ocuparse de todo en nuestra ausencia. Vaya desde aquí nuestro agradecimiento también para ellos.

Griñón, el Centro ARLEP y ahora el Colegio La Salle de Santiago han sido testigos de nuestra formación, de nuestros trabajos de grupo y puestas en común. Hemos demostrado ser un grupo muy dinámico y creativo.A partir de mañana, ya cada uno volverá a su realidad después de haber completado el CELAS.

Nos sentimos muy orgullosos de todo lo que hemos hecho y además de todo lo aprendido, nos llevamos las experiencias vividas y compartidas y la buena convivencia que ha habido entre nosotros.

En este año, que hemos celebrado el tricentenario de la muerte del Fundador, el lema era 'Somos La Salle'. Hoy podemos decir bien alto que no solo somos La Salle, sino que sentimos La Salle, con un corazón, un compromiso y una vida.

Mucha suerte a todos en vuestro camino. Compartid y vivid la identidad lasaliana en vuestros centros. Os deseo lo mejor y que la estrella de La Salle os ilumine, porque en nuestras manos está el futuro de La Salle.