Comenzamos la semana con la comida celebrando San Francisco Javier en la persona de Xavier que, para mayor fiesta, gozó de la compañía de sus padres. Por la tarde comenzamos con el último módulo, Juntos y por Asociación al servicio de la MEL, animados por el Hermano Antonio Botana. Comenzamos con una certeza: “No se puede ser lasaliano sin vivir la dimensión asociativa”. La asociación viene a ser algo transversal, abarca todo lo lasaliano. Realmente el gesto viene a ser la cumbre de todo un proceso. Un proceso en el que vamos viendo qué lazos nos unen, qué dinamismos e indicadores vamos percibiendo; vamos poniendo palabras a lo que vamos viviendo y poco a poco va apareciendo “Juntos y por Asociación” como luz que ilumina la penumbra del caminar y el vivir diario. 

Volvemos a mirar la raíz de nuestro relato haciendo lectura de nuestra realidad, identificando los procesos actuales, la fuerza creadora de LA MISIÓN, la fuerza regeneradora de LA FRATERNIDAD y la fuerza integradora de LA CONSAGRACIÓN. Así vamos viendo cómo se van tejiendo, como se van anudando tres grandes alianzas: alianza con Dios, testigo y garante, con los otros asociados y con los destinatarios. Asociarse pues, es un estilo de vida, un modo de ser, una VOCACIÓN. Así, poco a poco, con suavidad, vamos acercándonos a otra gran palabra, CARISMA, entendiéndolo como el Espíritu que recorre e impulsa la vida de comunidad. Vemos como en la actualidad estamos inmersos en el desafío de “refundarlo” para adecuarlo a la realidad que nos toca vivir. Y así, casi sin darnos cuenta vamos llegando al concepto de familia carismática entendida como comunión de comunidades. ¡Ahí es nada! Así, se unen laicos y religiosos en familia para servir juntos a la misión eclesial. La FIDELIDAD CREATIVA ya no depende solo del Instituto, sino que nos compete a todos. Ser CASA y ESCUELA DE COMUNIÓN es el gran desafío que tenemos por delante para ser fieles al designio de Dios y responder a las profundas esperanzas del mundo. 

A la par que íbamos desgranando las claves formativas de la semana fuimos teniendo la eucaristía comunitaria que giró en torno al comienzo del Adviento y cómo preparar nuestros corazones para la Navidad, Dios con nosotros. El miércoles algunos fuimos a ver el musical 33. Disfrutamos muchísimo con la narración y las canciones, una tarde estupenda en la que revivimos el relato de Jesús de forma actual, dinámica, divertida y con sus dosis de crítica. El jueves por la mañana tuvimos salida comunitaria, fuimos de paseo a Madrid Río, visitando el jardín botánico, las naves del antiguo Matadero con sus espacios culturales, cantina incluida. Regresamos para tener la comida todos juntos en casa y así concluir esta “mini semana” de puente.