CEL 2018 - Crónica de la sexta semana de convivencia en la sede del Distrito Arlep
No podemos empezar esta crónica como la crónica de una semana más, pues, a pesar de contar con un día menos, por la festividad del Pilar, ha estado repleta de vivencias, convivencia, formación y experiencias comunitarias.
El lunes 8 de octubre por la tarde, tras el almuerzo, nos reencontramos para comenzar nuestra sexta semana de convivencia y vida comunitaria compartiendo lo vivido durante el fin de semana. En reunión comunitaria, evaluamos nuestro proyecto comunitario: cómo lo vamos viviendo y sintiendo entre todos. El Hermano José Ángel Arrizabalaga nos presentó el itinerario de la peregrinación lasaliana, en la que conoceremos en primera persona los lugares emblemáticos en los que Juan Bautista De La Salle inició y desarrolló su propio itinerario y el del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, concluyendo la sesión con la presentación del horario sobre las Meditaciones para el Tiempo de Retiro que veremos en Griñón.
En la reunión comunitaria, valoramos muy positivamente cómo vamos interiorizando y viviendo los objetivos y compromisos marcados en nuestro proyecto comunitario y también destacamos la importancia de los temas trabajados hasta el momento y el clima fraterno y comunitario que vamos viviendo juntos.
El tema de la formación de esta semana ha sido “La Espiritualidad Lasaliana, un modo de vivir la espiritualidad cristiana”, impartido por Lidia Rey.
Lidia ha tratado y expuesto este apartado abordando dos pilares fundamentales para todo educador lasaliano: la espiritualidad y oración lasalianas. La espiritualidad lasaliana es mediadora, laical y ministerial. Es un modo carismático como los educadores lasalianos vivimos la espiritualidad cristiana que nació con Juan Bautista De La Salle y los primeros Hermanos, a partir de su experiencia vivida en la escuela. Nace desde la misión y para la misión, y nos ayuda a descubrir y vivir nuestra tarea educativa como lugar privilegiado de encuentro con Dios. Es mirar con los ojos de Dios, que es fuente de amor. Las reflexiones que hemos ido compartiendo nos invitaron a mirarnos y pensarnos como educadores lasalianos, y poder comenzar a entender de qué se trata ese espíritu de comunidad que tanto identificó a nuestro Fundador.
Los educadores lasalianos debemos ser instrumentos o mediadores del amor de Dios y, entre todos, transmitir el Evangelio encarnado en el espíritu de De La Salle. Ese es nuestro mayor desafío.
Lidia también nos ha motivado a llevar a cabo un camino de oración guiados por Juan Bautista De La Salle, entendiendo que orar es un tiempo de retiro, una relación de amor, esperar que Dios pase, abrirse a la presencia de Dios y celebrarla.
La mayoría de las sesiones fueron momentos de reflexión personal, o en pequeños grupos en las que hemos aprendido dinámicas que nos ayudarán a fortalecer nuestras comunidades educativas y a llevar a cabo nuestra misión actuando como el Buen Pastor.
Una semana más los ocho compañeros comprometidos con la comunidad de San Egidio han continuado aportando su acompañamiento y colaboración nocturna en el reparto y atención a los amigos de la calle, y un último grupo de compañeros ha asistido a la eucaristía celebrada en la capilla del piso 33 de Torre-Espacio, junto al Paseo de la Castellana. Continuamos compartiendo la velada de cine, en esta ocasión el lunes, en la que de manera lúdica, visualizando en comunidad una muy bien seleccionada película, reflexionamos sobre los valores que como educadores lasalianos debemos vivir y transmitir, teniendo en cuenta los diferentes contextos en lo que viven nuestros alumnos
Sin duda, esta semana también se vio marcada por la experiencia vivida en la visita a la comunidad de Basida en Aranjuez, cuyo nombre significa Buscando Ansiosamente Signos de Amor.
Su principal objetivo es ofrecer una familia y un hogar caliente donde conseguir su recuperación física y/o psíquica y en aquellos casos que fuese necesario, una muerte digna. Pero creednos cuando decimos que de manera ejemplar hacen posible la vivencia del Reino de Dios en la Tierra. Son signos del amor del Padre, haciendo realidad el mensaje de salvación de Jesús.
Nos dio la bienvenida Cristina, una de las primeras fundadoras de dicha obra, en la que se vive un cristianismo carismático. Está formada por laicos, y se sostiene con colaboraciones de fundaciones y como ella nos ha contado, siempre se ha mantenido “por la Providencia”, porque tiene que ser la Providencia la que llame a la generosidad de tantas personas ejemplares que ponen sus vidas al servicio de los más pobres y necesitados.
Realmente el tiempo compartido en Basida fue emocionante, al contemplar otra comunidad que hace mucho está trabajando por los excluidos, o marginados. Nos llamó la atención el trato de familia que construyen, viven y sienten con quiénes viven en la casa. Finalizamos con una hermosa oración entre todos y salimos admirados y fortalecidos de la experiencia.
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Creado: 31 Octubre 2018
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Última actualización: 31 Octubre 2018
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