Hemos finalizado el mes de septiembre con el 5º encuentrode la promoción 27ª del CELAS de Educadores, ya en su segundo año. La Salle Siquén, lugar habitual, nos ha acogido entre el jueves 27 de y el sábado 29 de septiembre.

Misión compartida y asociación, temática de la convocatoria, ha generado diferentes charlas, dinámicas y actividades. Iniciamos la jornada del viernes haciendo caer en la cuenta del proceso que seguimos desde que entramos en una obra La Salle, como trabajadores que formamos equipo, avanzamos para crear comunidad y nos encontramos compartiendo la misión. El proceso, en aquello que nos une, es pasar del trabajar a compartir con las personas. Esta sesión ha sido animada por Lidia Rey Lillo. Continuamos hablando de la savia de nuestras raíces, de algo que no se ve, pero que está dando vida. Con la técnica del “designthinking”Juan García Callejas ha ido motivando la sesión.

La tarde del viernes fue “de película”, pues “Un equipo legendario” ayudó a descubrir valores muy importantes que, como educadores que trabajamos en comunidad y en red, debemos tener presentes en nuestra misión. Se trabajó en grupo y se sacaron buenas ideas para ponerlas en práctica.

Para hablarnos de Comunidad Cristiana y Asociación contamos con los testimonios de Eusebio Villaescusay Alberto Mochales, del Sector de Bilbao, así como de Natxo Corresa, participante de la promoción CELAS del Sector Valencia-Palma. Desde su experiencia de vida nos hablaron de sus procesos, dificultades, ilusiones, esperanzas, horizontes…

Viernes y sábado comenzamos la jornada con un tiempo compartido de oración, en este caso preparadas y animadas por los participantes de los Sectores de Bilbao y Madrid. Y los participantes del Sector Valencia-Palma nos invitaron a degustar algunos de sus productos típicos. 

La participación de la promoción fue buena y ha hecho que el tiempo pase casi sin darnos cuenta, aprendiendo, compartiendo, creciendo, interrogándonos…. Y en este año del Tricentenario, nos llevamos en la mochila el sentirnos parte del proyecto que Juan Bautista de La Salle soñó, con una vida de fraternidad y misión compartida que nos permitan seguir creciendo en identidad lasaliana.

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