Aquí se inicia el relato de una experiencia de comunidad de vida, de fe y de formación lasaliana entre Seglares, Hermanas Guadalupanas y Hermanos de La Salle, llamada CEL (Comunidad de Estudios Lasalianos), en su edición de 2018. Auguramos un final feliz y soñamos que dejará una huella imborrable en el corazón de cada uno de sus participantes. 

Comienza con la llegada de septiembre. El mismo día en el que nuestras obras educativas reabren sus puertas, el Centro La Salle Arlep nos abrió las suyas a los diecisiete lasalianos afortunados de vivir esta experiencia.

Procedemos de Argentina, Colombia, Arlep y Filipinas: las Hermanas Graciela, colombiana, y Josephine, filipina; Leila y Manuel argentinos; el Hermano Mario, José Javier, Mariu y Rafaela del Sector Andalucía; el Hermano Jesús y Xavier del Sector Catalunya; Maribel y los Hermanos Atilio y Cruz del Sector Madrid; el Hermano César y Mar del Sector Valladolid; el Hermano Paco del Sector Valencia-Palma; el Hermano Ángel de la Comunidad de Acogida del Centro La Salle Arlep. Nos acogen y acompañan los Hermanos José Ángel, Juan Antonio, Jesús Miguel y Antonio. Sentimos la baja de Antolín González por motivos familiares, ¡otra vez será!

Con las mochilas a la espalda y las maletas sobre ruedas, fuimos llegando a lo largo de la mañana del lunes 3 a Marqués de Mondéjar, 32. La sonrisa de Blanca, el apretón de manos del Hermano José Ángel (Director) y la comida con los Hermanos de la Comunidad de Acogida y del Equipo de Animación del Distrito, previo saludo de bienvenida del Hermano Joaquín, nos hizo sentirnos como en casa desde el primer momento. Ya por la tarde, tuvimos las primeras dinámicas de conocimiento interpersonal y la oración comunitaria de inicio.

El martes 4 dio mucho de sí: nos saludaron el Hermano Visitador y los miembros del Equipo de Animación Distrital, se nos dio a conocer los objetivos y el programa del CEL, y visitamos las distintas  dependencias de la casa y sus alrededores. También dispusimos de tiempo para reflexionar y elaborar el proyecto personal.

El miércoles 5 disfrutamos de unas horas de convivencia en la finca “La Cayetana”. Por la tarde, un nuevo encuentro para presentarnos mutuamente los miembros de la Comunidad del CEL, la Comunidad de Acogida y la de San Miguel Febres Cordero (Hermanos Visitadores), seguido de Eucaristía y una exquisita cena de “picoteo”.

El jueves 6 y viernes 7 compartimos los proyectos personales y elaboramos el proyecto comunitario en el que concretamos los objetivos y líneas de acción para vivir con intensidad la comunidad, la fe y la misión.

Para preparar las oraciones diarias y las eucaristías semanales, constituimos la Comisión de Oración y Liturgia y para coordinar las celebraciones comunitarias y promover las salidas y visitas culturales, la Comisión de Vida Comunitaria. Para cubrir las diferentes necesidades nos hemos repartido las responsabilidades comunitarias.

El fin de semana algunos fueron a ver a sus familias. Los que se quedaron, hicieron sus primeras incursiones por Madrid. Unos y otros nos sentimos comunidad y nos deseamos lo mejor. Así se lo hemos pedido al Señor en las cuidadas oraciones de esta primera semana.