Las meditaciones para el tiempo de retiro son un itinerario hacia el corazón del educador cristiano que iniciamos el lunes viajando a Griñón. Allí encontramos una atmósfera muy propicia para nuestro trabajo de la semana. Para algunos miembros de la comunidad ha supuesto un reencuentro con personas, espacios, emociones y sentimientos que nos han contagiado a los demás. Esa misma tarde, comenzamos de lleno con Juan García Callejas la inmersión en las meditaciones. Valoramos mucho su exposición porque no se ha limitado a explicar el contenido, sino que nos ha impulsado a actualizar el espíritu de las meditaciones al momento presente.

Además, cada día ha ido acompañado de la oración de la mañana y de la tarde, todas ellas animadas por el mismo Juan, con un ambiente y unos símbolos muy cuidados, y en conexión con nuestra realidad. El último día, vimos la película “Hoy empieza todo”, en la que identificamos el itinerario de tantos educadores que entienden su profesión como vocación, y las dificultades que ello engendra.

El martes amanecimos con una noticia triste, el fallecimiento del H. Esteban Hernáez Álvarez de la comunidad de Hermanos mayores de Griñón, a los 85 años de edad y 67 de vida religiosa. Por la noche, el Hermano Celestino, director de la casa, nos hizo una visita guiada por el museo lasaliano y la iglesia. Quedamos sorprendidos de la riqueza de material histórico, la recopilación de recuerdos y joyas que custodian y, por supuesto, por la historia de los mártires, vidas entregadas al servicio de la educación. Acabamos la visita en la iglesia con sus magníficas vidrieras y la imagen de la Virgen de la Inmaculada.

El miércoles por la tarde, visitamos la obra educativa del colegio de Griñón, de la mano de su director, Pedro Garrido. Nos sorprendió la modernidad, la luminosidad, la previsión en el diseño de los espacios y las instalaciones de las que dispone. Después, pudimos acompañar a los familiares, Hermanos y amigos del Hermano Esteban en la Eucaristía de despedida y en el acto del entierro.

El hecho de estar en Griñón nos ha permitido visitar el jueves la comunidad de Hermanos mayores. Vivimos momentos muy emotivos, escuchando testimonios de Hermanos que han entregado su vida al servicio de los demás, compartimos café y mucha alegría. Todo un revulsivo para entregarnos a nuestra misión con todas nuestras energías.

En definitiva, no queda sino dar las gracias a Juan por su labor, y a los Hermanos por su acogida y testimonio. Valoramos el haber tenido tiempos amplios para la lectura de los textos, así como los ratos de grupo para compartir la reflexión. Tenemos por delante tiempo para seguir leyendo, reflexionando y dejando que todo vaya reposando en nuestra vida. 

CEL 2017