Rejuvenecidos por el agradable descanso, nos encontramos el día 14 de noviembre los miembros del CEL para degustar la comida y, en medio de la emoción por la oportunidad de vivir juntos la 11ª semana de formación y vivencias, compartimos con gran alegría cada una de las experiencias vividas durante el fin de semana.

Expectantes de la temática a trabajar y conscientes de que las pistas para leer hoy la herencia lasaliana, orientadas por Sebastián Castro, Delegado de Formación del Sector de Andalucía, iniciamos la semana 11ª de formación que se convirtió en una oportunidad para reflexionar, como grupo y comunidad el presente y futuro de nuestro ser y quehacer como lasalianos, particularmente en las nuevas estructuras que la sociedad y el Instituto exigen de nosotros.

Las sesiones de trabajo, bajo la dinámica de la reflexión y producción personal y grupal, centraron su atención particularmente en tres momentos claves: una mirada a la herencia recibida que nos permitió hacer una relectura de la herencia, de la historia del Instituto y de los hitos de la vida de La Salle, en torno a la situación de nuestra comunidad lasaliana, una contextualización y actualización en la que, a la luz de la herencia recibida en el presente y con las “gafas de la esperanza” puestas, revisamos nuestras debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades partiendo de la pregunta, ¿cómo lasalianos seguimos siendo referencia para el mundo y la escuela de hoy? Hicimos una revisión de la situación actual de nuestra identidad y misión, ratificando con ello que en la actualidad nuestras obras educativas caminan bajo principios y valores propios de La Salle y, finalmente, una mirada al futuro que nos permitió, teniendo en cuenta la herencia recibida del pasado y las vivencias actualizadas del presente, visualizar una comunidad que sea signo de esperanza, especialmente para los pobres; que este al servicio de la sociedad y sea espacio de salvación, adaptada al contexto y con educadores y equipos directivos que animan programas y proyectos con espíritu de fe y de celo.

Cabe desatacar que la producción en grupo de las sesiones de trabajo de esta semana fueron muestra de la creatividad y compromiso de todos con el futuro de La Salle.

La vivencia espiritual de la semana estuvo marcada por la oración comunitaria, a la luz de la palabra y de las experiencias personales, en la que pudimos mirar con agradecimiento el pasado, reflexionar el presente con ilusión y el futuro con esperanza. Así mismo, el jueves a la tarde, celebramos la eucaristía intercomunitaria en la que, junto a las comunidades del Noviciado, de Acogida y la del Equipo de Animación, recordamos la Dedicación de la Iglesia de San Juan Bautista de La Salle en Roma y luego compartimos una deliciosa cena.

La vivencia comunitaria estuvo cargada de cultura, buen humor, compartir y alegría. Nuestros Hermanos Pepe, Isabel y Gemma, participaron el lunes del encuentro con la Comunidad del Noviciado. El miércoles en la tarde comunitaria, visitamos el Museo Nacional Centro de Artes Reina Sofía en el que disfrutamos, entre otras, las obras, lanas, la mancha roja, el Guernica, bajo el Sol y la ventana abierta. A continuación, disfrutamos de la obra TOC-TOC que, con sus situaciones hilarantes y llenas de humor, hizo saltar las lágrimas de la risa a más de uno y una. Terminaríamos la jornada con un magnífico bocata de calamares. Finalmente, y como parte también de los espacios formativos, el jueves, en una tarde de cine en casa, disfrutamos de la película “The Croods” que, situada en la prehistoria, nos ofrece varias interpretaciones del término “comunidad”.

Terminamos la semana 11ª agradecidos con Sebastián Castro, porque además de compartir con nosotros sus conocimientos sobre La Salle, estuvo presente en todos los momentos de la comunidad, oración, comidas, salidas..., mostrándonos así, que es en y desde la comunidad como se construye la escuela. Buena motivación para iniciar el fin de semana de descanso.

CEL 2016