El día 10 de octubre con la emoción propia de quien tuvo un agradable descanso, nos encontramos los miembros del CEL para compartir la comida y en medio de la alegría del encuentro compartir las experiencias vividas durante el fin de semana y prepararnos para iniciar la sexta semana de convivencia en el CEL. 

La alegría del encuentro se prolongó hasta la reunión comunitaria en las horas de la tarde, en la que en un primer momento se hizo la presentación de la peregrinación lasaliana, resaltando además del itinerario y los aspectos logísticos, la importancia de vivir el acercamiento a las fuentes de la vida lasaliana, en ambiente de crecimiento comunitario; de tal manera que nos permitimos, como Comunidad fortalecer nuestra identidad y espiritualidad durante las dos semanas de peregrinar juntos la Ruta De La Salle.

En un segundo momento, se realizó la presentación del retiro, que ha sido preparado de tal manera que podamos como Comunidad, reflexionar en torno a las Meditaciones para el Tiempo de Retiro y además compartir las riquezas encontradas hasta la fecha en nuestra experiencia de formación del CEL.

Posteriormente, nos centramos en la evaluación del proyecto comunitario, en la que cada uno pudo expresar de manera espontanea y libre la manera como hemos interiorizado y vivido los compromisos que proyectamos al iniciar nuestra formación como lasalianos.

Es de desatacar que todos coincidimos en resaltar que las experiencias más significativas han estado relacionadas con la vivencia comunitaria, la misma que nos ha permitido fortalecernos y crecer en autonomía, en el compartir y en el respeto mutuo por el ritmo y los espacios personales. Así mismo, pudimos descubrir que la riqueza personal y los aportes que vamos recibiendo día a día de cada integrante de la Comunidad, han fortalecido, a través de las sesiones de trabajo, del compartir los alimentos, de las oraciones, de las eucaristías y de cada uno de los momentos formales e informales, nuestra identidad y nuestro misión como educadores.

Las sesiones de formación de esta sexta semana estuvieron centradas en el tema “la Espiritualidad Lasaliana, una manera de vivir la Espiritualidad Cristiana”. Lidia, con su palabra y con su testimonio, encaminó los encuentros, desde dos ejes conductores: La Espiritualidad y la Oración Lasalianas. Fueron espacios de permanente reflexión personal, trabajo colectivo y compartir comunitario, en los que pudimos constatar que la Espiritualidad Lasaliana desde su carácter laical y ministerial, es la manera carismática que tenemos los lasalianos de vivir la Espiritualidad Cristiana.

Hoy por hoy estamos convencidos, que nuestra tarea principal como educadores está llena de presencias, de nombres, de símbolos y de historias de vida, que hemos construido como mediadores que somos entre los alumnos y Dios. Junto con esta tarea, sentimos el compromiso de asumir la oración, centrada en la Palabra como “una aventura de vida, como una presencia, un camino, a través del cual además de sentirnos enviados, nos dejamos evangelizar, tocar y amar por Dios”. Solo en esta medida, podremos ser capaces de mover los corazones de aquellos que se nos han confiado, seguros siempre de que la oración lasaliana nos compromete a actuar desde y en un mundo, donde somos ministros y embajadores. 

Esta sexta semana, sin duda, ha sido una semana de muchas emociones y alegrías: celebramos con júbilo y fraternidad el cumpleaños de nuestro querido Hermano Mikel, oramos comunitariamente en torno a nuestras experiencias, iluminados siempre por la palabra de Dios. Nuestros hermanos Jesús, Josetxo y Suso participaron del encuentro con la Comunidad del Noviciado y como ya es costumbre, los miércoles Suso, Joaquín G, Joaquin M, Gemma y Pepe cumplieron con su compromiso nocturno con la Comunidad de San Egidio.

Y, por último, con gran y especial entusiasmo, el miércoles, día de la Hispanidad, nos encaminamos a vivir una experiencia en BASIDA. Expectantes, salimos rumbo a Aranjuez, allí con una alegría desbordante nos esperaba Cristina, quien nos cautivó con su palabra y con su ejemplo, contándonos además que, desde hace 26 años y como Comunidad de vida seglar, un Grupo de Cristianos, bajo los compromisos de la oración, la pobreza, la familia, el trabajo y la alegría, se dedican al cuidado de personas enfermas crónicas, con discapacidad médica, trastornos mentales, adicciones y etapa terminal. Es así como la misión de BASIDA se centra en lograr mejorar la calidad y la expectativa de vida de sus residentes. 

Fue una hermoso día, en el que además de recorrer las instalaciones y confirmar por nosotros mismos la grandeza del amor y de la bondad de Dios, pudimos compartir de manera sencilla el espacio del almuerzo, allí comprobamos que BASIDA es un proyecto de vida, una familia, una casa abierta para todos, en la que se mezclan, sin ningún reparo, los miembros permanentes de la Comunidad, los residentes que son el centro de la Comunidad y los voluntarios que, sin importar su profesión, sirven de manera sencilla y alegre.

Termina así una gran semana, en la que además de aprender, disfrutar y crecer personal y comunitariamente, nos preparamos para vivir desde el próximo lunes 17 de octubre nuestra Peregrinación Lasaliana. Juntos queremos recorrer los caminos que recorrió San Juan Bautista De La Salle. 

CEL 2016