Empezó la primera semana de formación propiamente dicha en el CEL. Tras una semana dedicada a conocernos, realizar nuestros proyectos personales y comunitarios y situarnos en el entorno (casa y barrio) empezamos a gozar de un curso con unas opciones de enriquecerse verdaderamente recomendables.

Dos fueron los temas de la semana:

-“Claves para leer hoy la Palabra de Dios de modo comprensivo” ofrecido por el Hno. José Ángel Arrizabalaga, director del CEL, en las que nos ofreció pautas para un mejor entendimiento de la Biblia: su lenguaje, simbolismo, su mensaje… Nos centramos más en lo que nos puede ofrecer como creyentes adultos, aunque no olvidamos nuestra opción por ser agentes pastorales y evangelizadores en nuestras obras educativas. Una gozada, aunque en algunos momentos nos descolocara en nuestra comprensión tradicional de los textos. La formación fue complementada con unas pistas de ayuda para preparar mejor las eucaristías.

-“Pistas para la oración personal y comunitaria” impartido por el Hno. Esteban de Vega, director del noviciado. En estas sesiones Esteban nos ofreció pistas sobre las condiciones que ayudan a rezar, como orar con la Palabra o los frutos de la oración, complementadas con su experiencia de oración y acompañadas por su guitarra. Nos permitió revisar nuestro modo de rezar y enriquecerlo.

La formación se vio complementada con una opción novedosa para todos: compartir una tarde-noche con la comunidad de San Egidio. Uno de sus miembros, Carlos, nos explicó el origen y fundamento del grupo. Pudimos asistir a una oración en la Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas que no nos dejó indiferentes por su peculiar estilo. Especialmente vivimos la experiencia de acompañarlos una noche en su labor de asistencia a los necesitados no solo repartiendo caldos, zumos, dulces y bocadillos, sino especialmente compartiendo con los necesitados su realidad personal. Esta experiencia nos planteó interrogantes y nos cuestionamos tanto profundizar en ella como la atención que damos a nuestros alumnos necesitados.

No todo fue formación y experiencias. La tarde del jueves tuvimos la opción de encontrarnos las distintas comunidades que estamos de un modo u otro en la casa: las Comunidades del CEL, de Acogida de Centro La Salle ARLEP, San Miguel Febres (equipo de animación del Distrito) y además, los jóvenes del Noviciado. Nos presentamos, celebramos la Eucaristía y compartimos un lunch.

Terminamos la semana evaluando lo vivido y expresando el gozo que nos está suponiendo el inicio de esta experiencia de formación y convivencia. Nuestros lazos relacionales van creciendo y esperamos con ilusión encontrarnos de nuevo para compartir la formación y experiencia en los cursos que se nos ofrecen, nuestra fe en las distintas oraciones y nuestras personas en los encuentros formales e informales.

CEL 2016