Los últimos días del año en Jerez ya huelen a Navidad… El tiempo de espera, el de preparación empieza a notarse desde la última semana del penúltimo mes del año… Jerez es una ciudad que por su cultura y su forma de ser tiene a bien ser generosa en todo lo que significa preparar la llegada del Niño Dios a nuestras vidas… El colegio La Salle Buen Pastor, situado en pleno centro de la ciudad, en el barrio de San Pedro, entre San Andrés y Bizcocheros, vive de manera especial este tiempo de preparar la Navidad… por eso los relojes del Adviento se sincronizan con las manecillas del reloj para que los corazones estén siempre a punto para que Jesús, un año más, pueda nacer en cada uno de ellos.

Las manecillas del reloj se mueven a ritmo de zambomba, donde se canta y bailan villancicos navideños con cierto acento flamenco… en el caso del colegio, con cierto aire de familia, donde el Equipo local de PROYDE gasta sus energías y su tiempo en preparar los patios para que las familias vivan, canten, bailen, coman y beban para ir preparando con alegría y fraternidad la llegada de la Navidad.

También se mueven a ritmo de solidaridad, y es el Equipo de Justicia, Solidaridad y Paz el encargado junto con el alumnado y el equipo docente de Ciclos Formativos de Grado Básico los que diseñan la campaña de recogida de alimentos… Ellos se centran en la parte organizativa, y las familias son las que mueven sus corazones con generosidad para poder recoger más de mil quinientos kilos de alimentos no perecederos para hacerlos llegar a las familias más necesitadas de la ciudad.

El último día del trimestre, amén de celebrar la Navidad de manera lúdica y festiva, el alumnado desde 5º y 6º de Primaria hasta los mayores de Secundaria, Ciclos Formativos y Bachillerato salieron a repartir los alimentos que durante estas semanas se han traído con generosidad y esfuerzo. Los esperaban en Cáritas San Pedro y San Rafael, el Hogar La Salle, las Hermanas de la Cruz, el Hogar Siloé, el Hogar San Juan y Proyecto Hombre…  para que conozcan algunas de las realidades sociales de nuestra ciudad y cómo trabajan con los más necesitados. Ellos abrieron las puertas de sus casas para que todos puedan abrir sus corazones a los más necesitados.

Es tiempo de crear… es tiempo de cuidar… y es tiempo de hacer un poco de esfuerzo para conectar con el sentido, la hondura… de la Navidad… Un tiempo que es un regalo para vivir «lo auténtico» más allá de todo lo que la sociedad propone… más allá de la estética, más allá de lo culinario, más allá de lo consumista…

Durante estos días, todos los integrantes del colegio La Salle Buen Pastor tuvieron presente en sus reflexiones a aquellos que se encuentran en los márgenes, que no dejan de ser los primeros a los que se les anuncia la Salvación (¿o quizás son los que están más receptivos?)… puede que así se hayan enterado de sus cantos de GLORIA y se hayan contagiado al saber que Dios sigue salvando en ese Niño.