Imprimir

6Tal y como anunciaban las previsiones, Filomena llegó y nos dejó una estampa del colegio que no sabemos cuándo se volverá a repetir. Este inusual suceso nos impidió comenzar las clases como teníamos previsto, pero no evitó el lanzamiento de nuestro nuevo proyecto “En busca de los mamuts”. Un proyecto compartido con los centros que han comenzado con el Nuevo Contexto de Aprendizaje, pero que cada colegio hace propio.

Cómo este año se trata de reinventarnos y aprovechar cualquier recurso, el equipo de infantil de Institución La Salle no dudamos aprovechar la nieve para ser el soporte de las pistas que luego los niños tendrían que seguir para comenzar la nueva investigación y la tecnología para acercarlo a las casas. Huellas, hogueras, y mucho misterio… el proyecto se lanzó de forma online.

Cuando por fin comenzaron las clases, los niños y niñas de la etapa llegaron al cole cargados de hipótesis, dibujos e investigaciones para compartir con el resto del grupo y mucha ilusión para poder resolver el gran misterio que había marcado estos días. La expectación estaba creada y el equipo todavía alargó unos días más las sesiones de motivación para asegurarse que la gran mayoría se estaban enganchando al tema propuesto. Un tiempo que se dedicó a crear material para la gran sorpresa del lanzamiento del proyecto.

4En este punto la participación de las familias ha sido, un año más, crucial. No podíamos contar presencialmente con ellas para trabajar en la preparación y montaje de la sorpresa, como estábamos acostumbrados, pero con un poquito más de planificación y una gran disponibilidad fueron llegando al cole hogueras, mamuts, secaderos, herramientas y hasta un cavernícola de tamaño real.

Cuando por fin en las clases todo parecía encajar y nos situaba en la prehistoria, una leyenda nos abrió la puerta a utilizar la magia. Deseo en mano y con muchas ganas de viajar, solo nos quedaba esperar.

¡Y se cumplió! Nuestro deseo se había hecho realidad y al entrar al colegio un cavernícola con un fuego encendido nos recibió anunciando que algo había pasado. Entrando a los pasillos las caras de asombro y la fascinación al ver cómo cuevas, dientes de sable, hachas, pinturas, etc. llenaban todos los espacios, hacían intuir que el éxito inicial estaba conseguido. Ahora las dos grandes preguntas que siempre hacemos para empezar tendrían multitud de respuestas: ¿Qué sabemos de…? y ¿qué queremos saber o hacer sobre…? Desde aquí solo falta ir tirando del hilo para trabajar todos los contenidos que surgen de su propio interés.

¿Alguien duda que la emoción va a estar presente durante las siguientes semanas?