Con la cuarta crónica termina el ciclo de relatos de mi nueva experiencia caribeña vivida en el 2016. Intentaré plasmarla en  estos cuatro puntos. 

Procesión del Carmen

Comienza esta crónica con lo que pude presenciar en la tarde del 16 de Julio: la procesión de la Virgen del Carmen por los alrededores de la Iglesia del mismo nombre cerca del Malecón habanero. Me encantó. Y fue más lo que significan estos gestos de religiosidad popular en Cuba que por la naturaleza de los mismos. Hasta hace solo unos años este país era oficialmente ateo. En la actualidad es oficialmente laico. Ya se permiten manifestaciones religiosas externas por las calles. Lógicamente, cualquier comparación con las procesiones que presenciamos en España o en otros países de nuestro entorno cultural es inviable. Nada de adornos ni banda de música, ni de hermanos mayores, ni de cofrades, ni de…, pero sí una sencillez y un entorno que, por sí mismos, era muy elocuentes. La presidió el nuevo arzobispo de La Habana quien de trecho en trecho tomaba el micro y durante unos minutos con un lenguaje directo, sencillo, profundo, lleno de buen humor,  lanzaba unos mensajes dirigidos sucesivamente a los niños, adolescentes, jóvenes, adultos, ancianos, matrimonios, parejas, etc. muy anclados todos en la realidad cubana. Eso sí que es salir a la calle y hablarle a la gente sobre su propia realidad. La procesión duró sobre una hora. Y luego, la Eucaristía, con el mismo tono de cercanía a la vida y problemas de la gente. Al final de la misma se puso en la puerta de la Iglesia para saludar a todas las personas que se acercaran. A este momento responde la foto siguiente.

26 de Julio y 13 de Agosto

La primera de estas fechas es el Día de la Rebeldía Nacional, o sea, la fiesta nacional cubana. Un 26 de Julio de 1953 se produjo el asalto popular a dos de las instalaciones militares más prestigiosas del país por entonces, los cuarteles Moncada en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo. Aunque a juicio de los propios combatientes la operación militar a ambos cuarteles fue un rotundo fracaso sí se ha convertido en emblema de la resistencia al régimen del dictador Batista y de germen del triunfo de la futura revolución, el 1 de Enero de 1959.

El 13 de Agosto de 1926 es la fecha de nacimiento del líder y comandante en jefe de la revolución cubana, Fidel Castro Ruz. El número 90, está por todas partes, y acompaña en todos los acontecimientos culturales, políticos, deportivos, sociales, etc. y en todos los huecos posibles de la prensa, radio, y televisión cubana.

Escuelas de Verano: Bayamo y Camagüey

Las Escuelas de Verano para Educadores fue una iniciativa de la Iglesia Católica creada hace16 años, y donde los Escolapios, Jesuitas y Hermanos de La Salle tuvieron una parte importantísima en su creación. Ya están extendidas por las 13 diócesis cubanas aunque con desigual oferta de cursos y de participantes. Los Obispos respectivos suelen hacerse presente en el acto de apertura o de clausura.

Dadas la monopolización estatal de la enseñanza educativa en Cuba estas Escuelas de Verano suponen un aire fresco no solo por la diversidad de temas que se ofertan en los programas sino también por su tratamiento y por la convivencia entre los participantes. Suelen durar entre cuatro y cinco días, con sesiones de mañana y tarde. Están abiertas no solo a los docentes sino a todo tipo de profesionales. Acuden desde profesores de universidad hasta estudiantes pasando por médicos, profesores de enseñanza primaria y medias, estudiantes o amas de casa. La temática que se oferta es muy abierta en el campo del aprendizaje, desarrollo humano y crecimiento personal, relaciones fe-cultura,  nuevas tecnologías, autismo, corrientes pedagógicas actuales, etc.

En mi caso concreto, impartí un Curso Inicial de Coaching para Educadores, en Bayamo, capital de la provincia de Granma, en la parte oriental del país y cuna de la nacionalidad cubana, y otro de Coaching más avanzado en Camagüey, en el Centro y capital de la provincia del mismo nombre. Aquí  tuve al mismo grupo que el año pasado, que ya poseían los rudimentos básicos y tuvo un enfoque esencialmente práctico. Parece que les gustó y que les sirvió.

Lo que queda tras la experiencia

La experiencia cubana del 2016 comenzó su etapa final a las 23,15 (hora cubana)  del 10 de Agosto cuando el avión de Iberia salía del aeropuerto internacional José Martí de La Habana. Vuelo tranquilo acompañado en algunos tramos de las consabidas turbulencias y culminó a las 14,05 en Madrid, Aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas.

Una experiencia de casi cuatro meses por tierras caribeñas da mucho de sí. Ha sido mi sexta experiencia. Espero y deseo que no sea la última. Más que lo que haces o dejas de hacer lo más enriquecedor es lo que vives cuando te acercas a ellos con ojos, oídos y todo tu ser abiertos a su realidad.

Me ha  dolido, por ejemplo, conocer gente con verdadera vocación de médico o la de maestro en cualquiera de sus niveles docentes y saber que cobran sueldos mensuales que no llegan a los 40€. Estas personas luego tienen que completar sus exiguos honorarios con otras actividades como la de chóferes, vendedores, limpiadores, guardianes (aquí llamados custodios), etc. por las que muchas veces cobran más que por lo que ganan en su verdadera profesión a la que han dedicado varios años de su vida y no pocos esfuerzos.

Son gente que tiene el agradecimiento a flor de piel. Se te entregan por completo. Saben valorar lo que se hace por ellos y con ellos. Estas cosas llegan al alma y máxime cuando conoces detalles de su vida personal, o ves dónde o cómo viven. Y, sin embargo, siempre tienen la sonrisa en los labios.  Junto a este agradecimiento puedes palpar las grandes necesidades de todo tipo que tienen en sus vidas tanto en el ámbito personal como en el familiar o social. Pueden pedirte desde el bolígrafo que llevas en el bolsillo de la camisa hasta la propia camisa.

Lo que te queda después de una experiencia como ésta no se puede cuantificar. Pero sí uno es consciente de que se va lleno de aprendizajes de todo tipo y de conocer gente que afrontan situaciones difíciles con un espíritu asertivo verdaderamente ejemplar.

Uno se siente, en definitiva, querido, aceptado, bien acompañado, valorado, etc. ¿Se puede recibir más? Creo que con esto es más que suficiente. Laus Deo.

Juan A. Rivera