Con alegría e ilusión se ha celebrado el 4º encuentro de la 9ª promoción del CELAS educadores no docentes, pero también con cierta tristeza por el “olor a despedida”, al llegar al final de esta formación lasaliana.

El Centro La Salle ARLEP los ha acogido desde la noche del viernes, 3 de junio, hasta la comida del domingo, día 5. La temática del encuentro ha girado en torno a los pobres. PROYDE ha estado muy presente, de la mano del Hno. Felipe García, que ha hablado de las ONGD´s lasalianas y los países empobrecidos en las obras educativas y socioeducativas del Distrito ARLEP. Los participantes, posteriormente, trabajaron el tema de los necesitados desde su propia experiencia y realidad.

El itinerario del fundador, que se ha ido tratando encuentro tras encuentro, también llegaba a su fin, y en este caso, para hacernos caer en la cuenta de la herencia del carisma que hemos recibido. Enlazando con esta herencia, Lidia Rey habló a los participantes de la identidad lasaliana como proyecto que nosotros, como herederos del carisma, tenemos que seguir construyendo.

Al comenzar cada mañana, en las oraciones, los pobres ocuparon un lugar preferente. “Porque tuve hambre y me disteis de comer,..”, nos dice el Evangelio de Mateo. Y el de Marcos subraya: “Una cosa te falta: ve, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres”. También tuvo cabida la meditación para la fiesta de San Martín de Tours, que nos recuerda al santo compartiendo su capa con un pobre.

Compartimos productos típicos que nos trajeron desde Paterna, Benicarló y Santiago de Compostela. Y además de los certificados que acreditan haber superado de manera muy positiva esta formación CELAS, también recibimos, de las manos artesanas de Mara Blanco, una galleta con la imagen de La Salle que nos invita ¿a comerla? ¿a conservarla?..., en cualquier caso, a dar las gracias por el bonito detalle.

Agradecer a los participantes su ilusión y buena disposición por la formación lasaliana que ahora ha llegado al final de una etapa, pero no al final de la carrera. Quedan invitados a continuar escribiendo la historia, pues recordando lo que hemos hablado en este encuentro, el carisma de La Salle tendrá vida mientras nosotros lo traduzcamos en actitudes y gestos.

¡Mucho ánimo y hasta siempre!

Lidia Rey Lillo