El Equipo de PROYDE en Guatemala es noticia en la prensa de Burgos
Maestros de sonrisas imborrables. Tres profesores de La Salle trabajan en Guatemala como cooperantes de la ONGD de los Hermanos de Las Escuelas Cristianas.
«Hermanos. Así nos llaman. Da igual que digamos que somos seglares», cuentan en una crónica que publican semanalmente sobre su experiencia en Guatemala. «El afecto y la amistad que profesan hacia la Iglesia es impresionante», añaden. Eduardo Ballesteros, del colegio La Salle de Burgos; José Javier Martínez, en el mismo centro en Santander, y el hermano Luis Rebolledo, en La Salle de El Ferrol.
Los tres disfrutan de unas vacaciones estivales diferentes, como cooperantes de la ONGD de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Es la primera vez que realizan este tipo de proyecto en Guatemala, aunque reconocen que colaboran en campañas locales con la ONG de sus centros en España.
«La enseñanza en Guatemala es diferente», cuenta José Javier Martínez. Antes de llegar al país, estuvieron preparándose para vivir esta experiencia. «El papel del voluntario, la situación del país y no tratar de imponer ritmos de trabajo o hábitos occidentales es fundamental», añade Martínez.
La labor de estos profesores se centra en la educación. Imparten clases en dos centros diferentes. «En el colegio San Juan la Laguna, trabajamos por las mañanas de 7.30 a 12.30 horas. Enseñamos lengua, matemáticas y reforzamos la lectura y escritura con niños con dificultades para el aprendizaje de 1º a 6º de Primaria», sostiene José Javier.
En el colegio de Santa María Visitación trabajan con alumnos de Diversificado por las tardes. Aquí realizan prácticas de ciencias, preparación y evaluación de materiales educativas y lectura comprensiva con niños pequeños. «También estamos dando convivencias escolares, en las cuales disfrutamos mucho».
Una de las mayores dificultades en el aprendizaje es el idioma. «Muchos de los niños que llegan a la escuela solo hablan su lengua materna y apenas saben castellano. En Guatemala hay 24 lenguas y en los colegios donde damos clases lo más hablado es tz’tujil», apostilla Martínez.
La formación del profesorado guatemalteca es diferente. Los alumnos que cursan de 4º a 6º de Diversificado (nuestros 4º de ESO, 1º y 2º de BACH) y acaban y se titulan pueden ejercer la docencia en Primaria. Tan solo los profesores del nivel Básico y Diversificado (nuestra Secundaria y BACH) tienen estudios superiores. «Los jóvenes de Guatemala suelen trabajar entre semana y estudiar en la universidad los sábados porque no se pueden permitir un ritmo de vida como el nuestro», aseguran los cooperantes. José Javier Martínez declara sorprendido que «el sueldo de un maestro en Guatemala son 1.500 quetzales al mes, que equivalen a 150 euros».
Los tres se alojan en la vivienda de una comunidad de hermanos de La Salle. Uno de ellos, Francisco Javier Gutiérrez, fue profesor del colegio de Burgos. Actualmente es el director del centro de San Juan la Laguna. Como anécdota cuentan que «se da la agradable circunstancia que el hermano Francisco fue tutor y animador de grupos en Burgos, también de Eduardo y mio hace 20 años», recuerda Martínez.
Los fines de semana aprovechan para conocer las localidades más cercanas y acercarse a la cultura del país.
La cruda realidad
Los principales problemas de Guatemala son la educación, la sanidad, la violencia y la discriminación de la mujer, en especial la indígena. Sin olvidar la corrupción y las drogas.
«Durante nuestra estancia en Santa María Visitación, se produjo el asesinato del cantautor Facundo Cabral», relata José Javier. «Sin embargo en la zona que nosotros estamos no hemos percibido violencia», añade.
El país está en precampaña, la primera vuelta de las elecciones se celebra el próximo 11 de septiembre y «se plasma en el ambiente». Aseguran que cada día se puede leer en la prensa nacional una media de 15 a 20 muertos por violencia, robos o ajustes de cuentas.
«Una de las características de Guatemala es el sincretismo religioso, dónde se une lo católico con lo maya», afirman los profesores. Símbolos de ambas culturas se mezclan en los templos. La población es muy creyente. «Una de las cosas que nos ha llamado la atención es que la Iglesia de Santa María Visitación está llena con 20 minutos de antelación a que empiece la Eucaristía». Abundan también las iglesias evangélicas por todo el país.
«Un apretón de manos, la cercanía de profesores y alumnos, las ganas por conocer y saber, las muestras de agradecimiento…», enumeran Eduardo, José Javier y el hermano Rebolledo, «te animan a seguir ayudando a estos niños».
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Creado: 04 Junio 2015
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Última actualización: 04 Junio 2015
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