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La fiesta en honor de San Juan Bautista de La Salle comenzaba, en el salón de actos del Centro La Salle-ARLEP, de víspera, el día 14 a las 18.30, con las palabras de saludo del H. Visitador que nos decía, entre otras cosas:

“Bienvenidos todos a esta casa que hoy se convierte, más que nunca, en casa lasaliana donde son bien recibidos todos los que honramos a San Juan Bautista de La Salle…. Hoy es un día para sentirnos familia y recordar que, por diversos caminos, Juan Bautista de La Salle nos convoca, porque somos herederos de una intuición genial por su parte… Los que hoy nos reunimos para honrar su persona y su obra, no podemos menos que agradecerle a Dios que nos haya legado la persona del que hoy consideramos nuestro Fundador.

Es verdad que cada uno hemos llegado aquí por caminos diversos: ya sea por el trabajo o por la invitación a formar parte de un grupo, por seguir una vocación religiosa o porque La Salle nos ha llegado al corazón. De cualquier forma, vemos cómo los caminos de los que Dios se vale para unirnos en torno a La Salle son variados y lo mejor es que nos sentimos formando parte de una misma familia que hoy se concreta en los que aquí estamos; pero que se amplía de manera extraordinaria a tantos niños y jóvenes, padres y madres, educadores y Hermanos de todo el mundo que sienten a La Salle, su obra y su impulso como algo valioso para sus vidas….
A todos, feliz fiesta y que disfrutemos de este estupendo momento que nos ofrece el grupo ACOA al que agradecemos la dedicación y el esmero con que ha preparado esta sesión”.

Esta última frase hacía referencia al hecho de que este año ha sido el grupo ACOA (Arte – Cultura – Ocio – Amistad) el que se ha ocupado de coordinar los actos programados para la tarde del día 14 y al que serían invitados todos los grupos y personas que tienen relación, de una u otra forma, con la casa de Marqués de Mondéjar 32:

El día 15 la fiesta fue más íntima y resumida a las comunidades del entorno: la comunidad del Centro ARLEP, la del Equipo de Animación, la Comunidad Emaús, el Noviciado RELEM y la comunidad de Avenida del Valle. La eucaristía, preparada por la comunidad Emaús y presidida por los padres salesianos Koldo y Eugenio, fue una oportunidad de alabar al Señor por el regalo hecho a la Iglesia en la persona de San Juan Bautista de La Salle, de renovar nuestro compromiso por la educación de los más necesitados y de pedir al Padre envíe obreros a su mies en este día en el que la Iglesia celebraba la jornada mundial de oración por las vocaciones.
La habitual comida de hermandad clausuró estas fiestas inaugurando, al mismo tempo, la preparación de “La Salle 2012”. Que Juan Bautista de La Salle bendiga a todos los lasalianos y lasalianas y nos mantenga firmes en el compromiso con la misión.